El amor como fenómeno humano (aunque con Freud sabemos de las condiciones eróticas particulares de los objetos que se aman), da la impresión de tener aspectos bastante generalizables: los amantes poetizan, escriben su amor en el aire, se aventuran sin precaución hacia lo único que les importa e interesa: seguir amando. Alimentan ese amor que sienten con cada respiración. Se vuelven osados, arriesgados, equilibristas sin red; se sienten omnipotentes, todopoderosos. ¿Qué fuerza en la vida podría con semejante sentimiento? Todo lo deseable parece posible. Sin embargo, del juego de máscaras que implica el amor no se sale indemne. "¿Preferirías amar más y sufrir más o amar menos y sufrir menos?" dice Paul, el protagonista que reconstruye su "única historia" de amor en las páginas de esta novela. Un joven inexperto se enamora perdidamente de su compañera de dobles en un club de tenis británico. Ella lo supera por mucho en edad, en tristeza y frustración. Él es la promesa de una nueva vida, a la que ella se aferra. Ella es para él el deslumbramiento de la mujer experta en palabras y en amores. Sin embargo, tan casada ella como infeliz, el amor que los una estará signado desde el vamos. Bajo el manto de la tan reconocida hipocresía del pueblo insular, él visitará regularmente la casa donde ella vive, llevando a cabo la unión abominable bajo la aparente mirada impávida del esposo, que se toma su tiempo pero al final reacciona.
Hasta aquí la novela no entusiasma mucho, a decir verdad. El chico con la mujer adulta, un amor clandestino expuesto a la vista de todos... casi que las palabras de los amantes se vuelven clichés, aburren (todos los que amamos decimos las mismas cosas quizás...).
El punto de quiebre de la historia, que es cuando la novela se vuelve más intensa e interesante, es cuando todo explota (no voy a contar lo que ocurre). Una suerte de homenaje a Las palmeras salvajes de Faulkner, quizás... Es en ese punto en el que el verdadero coraje empieza a tomar relevancia. Porque en la felicidad todos parecemos cortados por la misma tijera; sin embargo es en la irrupción del desamor (o de la irrupción de los goces que el amor no logra domesticar del todo) cuando se ve de qué estaban hechos los amantes. Las palabras asumen otra profundidad, una intensidad de otro orden. Barnes dota a sus protagonistas de una subjetividad más opaca, menos fervorosa que la de la primera parte, la celebración del amor. Ellos se aman, pero ya el amor no es suficiente.
Si la primera parte es la celebración del amor, y la segunda es la impotencia de ver cómo va muriendo sin poder evitarlo a pesar de la heroicidad que se le opone, la tercera es la de la memoria, la reconstrucción pieza a pieza de lo bueno que el amor haya dejado en los amantes, para enfrentar el desasosiego de la vida. La narración entonces aborda lo inasimilable, lo incomprensible; se topa con los rescoldos de lo que fue el ardor de una pasión que se jactaba de poder enfrentar cualquier adversidad.
Si se pudiera aprender algo en relación al amor, Barnes diría que entremos al amor sin esperanzas, porque dirá el protagonista: "(...) En mi opinión, todos los amores, felices o desdichados, son un auténtico desastre en cuanto te entregas por entero". O también, como me recordara Pablo Russo (colega psicoanalista) que Lacan dice al final del Seminario XX (La rata en el laberinto, página 174 versión castellana de Paidós), "De la pareja, el amor sólo puede realizar lo que llamé, usando de cierta poesía, para que me entendieran, valentía ante fatal destino".
Será cuestión de cada uno sopesar cuán abierto al milagro del encuentro amoroso está, a pesar de todo.
Barnes sigue siendo una voz profunda, inquisitiva, interesante. Un buceador del alma y las pasiones humanas.
In spite of knowing with Freud about the erotic conditions needed when choosing someone to love, love as a human fact seems to have very general features: lovers become poets that write their love on air, they headed themselves withouth warning towards the only thing that matters: keep loving each other. They feed love with each breath they take. They take risks, they feel brave, tightrope walkers without security net, they feel almighty, omnipotent. What any power in life could do against that amazing feeling? Everything desirable seems posible. However, you never get out of love´s masks game unharmed. “Would you rather love the more, and suffer the more, or love the less, and suffer the less?” says Paul, the main character, that retells his "only story" (a love one) in this novel. An inexpert teenager falls in love with his tennis team mate, an older, fascinating and married woman. She is older, pretty sad, and unhappy. He is the promise of a new life, full of sex, emotions and fun. She is the expert in love and words. But their love is cursed from the beginning. Thanks to a great deal of hypocricy, he would visit her in her own home, under the undaunted husband watching, who takes his time to react. Till this point the novel is a little boring. It touches almost clichés about love, lovers, and all that stuff. It looks as if we all say the same boring things about love!
It becomes more interesting when everything go off. May be a tribute to The Wild Palms, by Faulkner... Then the real courage begins to count: when the lack of affection arises is when we know what were lovers made of. Words become deeper, more intense. Barnes gives to his creatures an opaque being, less enthusiastic than the one they have in the first part, love celebration. They do love each other but now love is not enough.
If the first part is love celebration, the second is trying to avoid love death being heroic, the third part is about memories, rebuilding of love, piece by piece of the good things it might has left to lovers, to face life´s despairs. The narration faces the uncomprehensible, the unbearable; it touches the embers of a burning passion that boasted of being able to beat any adversity.
If learning anything about love would be possible, Barnes would tell us to enter love without hope, as Paul says: "(...) In my opinion, all loves, happy or not, are a real tragedy when you give yourself completely" (translation is mine, sorry Julian). Or as a collegue (psychoanalyst) Pablo Russo, remembered me that Lacan said (XX Seminaire, The rat in the labyrinth, page 174 spanish version) "Within the couple, love can only achieve what I called, using a kind of poetry for you to understand me, courage in facing fate". (Translation is mine, sorry Jacques Lacan!).
It´s on everyone of us to be open to a miracle or not, in spite of everything.
Barnes is still a profound, enquiring and interesting voice. A soul and human passions diver.
Excelente puntuación! Quiero leerlo ya!
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