lunes, 30 de noviembre de 2020

Homenaje a Jacques Aubert. De un Joyce al otro. Del libro Lacan, el escrito, la imagen.

Este fin de semana nos enteramos con tristeza (más tristeza aún...) del fallecimiento de Jacques Aubert. Los lacanianos sabemos quién era y el lugar de privilegio que Lacan le otorgó cuando se trataba de hablar sobre James Joyce y su obra. 
Para rendirle un homenaje, me reencuentro con su texto De un Joyce al otro, título que resuena directamente con el Seminario de Lacan De un Otro al otro, y que se alinea a la perfección con los desplazamientos que Aubert lleva a cabo en este maravilloso texto, referidos a la escritura de Joyce, y al nuevo anudamiento que ella produce para su autor, con Finnegans Wake. El texto está incluido en Lacan, el escrito, la imagen. 

Digo que es un homenaje, y sin embargo, siento que es una falta de respeto, porque recortar frases de este texto es restarle interés, seccionarlo, mutilarlo, restarle parte de la belleza que brota en cada párrafo, incontenible, "riverrruning", "riverrante" como tradujera mi querido amigo Marcelo Zabaloy
De modo que hecho mi descargo por anticipado, no puedo más que recomendarles hasta lo imperativo que lean este texto sublime de Jacques Aubert, si no lo hicieron. Eleva la escritura de Joyce a lo que es, a una operación literaria sin precedentes, nunca hasta ahora igualada. Hay en nuestro continente, alguna expresión literaria que puede resonar con lo que hizo 
Joyce; pienso en Gran Sertón: Veredas, de Joao Guimaraes Rosa, de Brasil. Pero en su escritura, la operación no es tan total, tan masiva como en el Finnegans Wake. 
 

Así que me tomo el atrevimiento de elegir algunos párrafos del texto, así como del Seminario 23 de Lacan, El sinthome, porque asumo que cuento con la indulgencia de ustedes. 

Refiriéndose a Dubliners, dirá:
"Para Joyce, al oírlo literalmente, la imagen y el discurso de la ciudad están paralizados, su significante como muerto, sin Otro, sin deseo. O percibido, en un  primer tiempo, como reducido a un Otro sin sujeto. Más precisamente, más trágicamente, 'el se encuentra, el sujeto encuentra que eso de lo cual sufre, no es de un significante faltante, sino que, en un universo significante enteramente saturado, falta la falta misma (...) salvo en la confección, a partir de esta constatación (¿revelación?) de un significante que fuera el suyo, que fuera él, que diera existencia a su ser.(...) Lo que quiere aportar a los hombres, es la verdad de la falta en la estructura".
"Joyce está aún más tomado en este doble encuentro de Dublín, a través de Roma, en que se trata de hecho de un solo encuentro con dos caras, de un real inscripto de un mismo acto en su escritura y en el significante  al cual se identifica, Daedalus. Un significante que, desplegado a la letra, a la vez dice el acto, y lo confronta con la muerte".
"(...) se levanta para él la tapa que había creído sellar sobre lo que él llamará al principio de Ulysses "la pesadilla", escribiendo, recordémoslo, "un capítulo de la historia moral de su país". Pero él lo había articulado en y por una demanda dirigida al Otro dublinés. E, inevitablemente, esta demanda, en tanto tal, lo remite a sí mismo, a su historia, a su deseo, y le hace pasar de la moral y la teoría estética, a la perspectiva de la ética". 

Recuerdo que en su heterónimo, Stephen Daedalus se anudan el nombre del primer mártir de la Iglesia Católica, y Dédalo, que incluye a "dead", a los muertos, Los muertos, último relato de Dubliners, plasma esta cuestión. Por ello, creo yo, Retrato del artista adolescente será al final, la epopeya del héroe que se eleva para ser el forjador de la conciencia increada de su raza, y el que testimonie el valor de la experiencia, pero que, sin embargo, sólo le tomará a Joyce los tres primeros capítulos de Ulises para que aquella epopeya fallida caiga, y la transmutación hacia un nuevo "Blooming" comience a producirse, para que Stephen Dedalus sea muerto y sepultado.

Lo que Joyce abandona, con relación a los acentos, a "todo un deslizamiento de consonancia" no es el ritmo, "sino la perspectiva de su resolución final, a beneficio de un desplazamiento metonímico de los acentos. A menudo se ha subrayado la importancia del acento en los textos de Joyce: acento irlandés contra acento inglés, el de Cork (el padre) contra el de Dublín. Le ocurre, en Dubliners o en Stephen Hero, de caracterizar un personaje de esta manera. Lo interesante, es que este proceso se volverá una instancia mayor de Finnegans Wake. Donde reencontramos, elevado a la potencia de la obra, el Witz, y su goce".

Joyce tomará de Irlanda, de Dublín y de su padre, aquello que la lectura en voz alta del Finnegans Wake (él recomendaba leerlo así) plasma en cada línea: los sonidos y la música; o dicho de otro modo, el goce que se puede extraer de lalangue. 
De un Joyce al otro, da cuenta a mi entender, de la transmutación joyceana mayúscula: el pasaje del efecto de mortificación de los significantes de la historia y la religión grabados en piedra, al goce lúdico y pentagramático del néctar que viaja en las palabras, que las palabras-valija de ese viaje portan. Desafío de las dimensiones del tiempo y del espacio (muchas palabras en el espacio en el que cabe una; muchos sonidos que coexisten resonantes a partir de la lectura de cada palabra, al modo en que se ejecutan las partituras de una sinfonía). 

Para terminar: 
"No veo por qué no pedirle a Jacques Aubert su opinión sobre el asunto, que vale tanto como la mía. En este punto, nos vemos reducidos a la opinión porque Joyce no nos lo dijo, lo escribió, y en esto radica toda la diferencia. Cuando se escribe, se puede tocar lo real pero no lo verdadero". 
Seminario 23 El sinthome. Jaques Lacan. 

sábado, 28 de noviembre de 2020

ULISES DE JAMES JOYCE. ¡UN DÍA HASTA JAMES JOYCE FUE MARADONIANO! LA HISTORIA, UN GOL, UN GRITO, LA MANIFESTACIÓN DE DIOS.






"Ellos vivieron y rieron y amaron y se fueron". 

Finnegans Wake. 






"(...) -La historia- dijo Stephen- es una pesadilla de la que trato de despertar.

 Desde el campo de juego, los muchachos levantaron un griterío. Un silbato vibrante: gol. ¿Y si esa pesadilla te tirase una coz?

-Los caminos del Creador no son nuestros caminos- dijo el señor Deasy- Toda la historia se mueve hacia una gran meta, la manifestación de Dios.

Stephen sacudió el pulgar hacia la ventana, diciendo:

-Eso es Dios.

¡Hurra! ¡Ay! ¡Jurrují!

-¿Qué?- preguntó el señor Deasy.

-Un grito en la calle- contestó Stephen, encogiéndose de hombros". 

(Las negritas son mías. Capítulo 2. Ulises).
 

jueves, 26 de noviembre de 2020

miércoles, 25 de noviembre de 2020

ESTRENO CANAL DE LECTURAS ON LINE EN YOUTUBE!!! LEO EN VIVO!

 Te invito a mi nuevo canal de youtube! 

Ya están disponibles todas las lecturas compartidas con ustedes durante este año. Que las disfruten! Los invito a que se suscriban. Es público, gratuito y sin fines de lucro. ¡

Muchas gracias FEDE! 



lunes, 23 de noviembre de 2020

EL REGRESO DEL MUNDO Y EL CENTRO DEL AMOR. POESÍA VERTICAL DE ROBERTO JUARROZ.



112. Séptima poesía vertical. 1982
 
Inventar el regreso del mundo
después de su desaparición.
E inventar un regreso a ese mundo
desde nuestra desaparición.
Y reunir las dos memorias,
para juntar todos los detalles. 

Hay que ponerle pruebas al infinito,
para ver si resiste. 




13. Octava poesía vertical. 1984

El centro del amor
no siempre coincide 
con el centro de la vida.

Ambos centros
se buscan entonces
como dos animales atribulados.
Pero casi nunca se encuentran,
porque la clave de la coincidencia es otra:
nacer juntos.

Nacer juntos,
como debieran nacer y morir
todos los amantes. 


Escultura de la serie Los viajeros de Bruno Catalano. 



viernes, 20 de noviembre de 2020

A PROPÓSITO DE LA MUJER QUE NO EXISTE: LAS MUJERES, LOS CUERPOS, LOS GOCES Y EL AMOR. LAS BODAS VACÍAS DEL TONTO Y LA LOCA. SOBRE EL MAL DE LA MUERTE DE MARGUERITE DURAS.

LAS BODAS VACÍAS DEL TONTO Y LA LOCA. (TEXTO PUBLICADO EN EL CALDERO DE LA EOL EN 2000)

 Voy a marcar cuatro escansiones en “El Mal de la muerte, para desarrollar la hipótesis siguiente: 

en el rechazo del goce fálico, la histeria produce el rechazo correlativo del posible acceso al  cuerpo como Otro, al Otro sexo. La posición del personaje femenino irrumpe como enunciación de dichas escansiones, ordenadas a partir del personaje masculino.

 

1* momento: La hora de la verdad.

El hombre en cuestión, se ha confrontado de manera misteriosa para el lector, con el punto en el que su goce ha “entrado en pérdida”, goce que puede deducirse, había funcionado  infaliblemente,  hasta ese momento.Él sabe que ya no le alcanza con eso, o  lo intuye: quiere intentar “conocer eso, acostumbrarse a eso, a ese cuerpo”(1). Quiere probar amar, intuyendo que eso no va sin el encuentro con un cuerpo femenino. Cree poder diseñar, preparar, pautar, y negociar un encuentro. Sin embargo, en el encuentro de los cuerpos entre un hombre y una mujer, siempre hay margen para la sorpresa, para la irrupción de la contingencia.

Ella debía ser desconocida, bella, pero no cualquiera. Su nombre sería un perfume, y su rasgo el silencio, condición erótica que funcionaría velando que quizás era el zumbido del mar, comparable con aquél sexo oscuro, misterioso, lo que orientaba en otro sentido. ¿Era ella su sueño?

En la consumación,  su grito, su goce, despiertan  la verdad que él intentaría callar, infructuosamente.(2)

En el goce sexual, nos dice Lacan, la mujer es para el hombre la hora de la verdad.

“Nadie mejor que la mujer- y aquí ella es el Otro, sabe lo que es disyuntivo respecto del goce y la apariencia. Eso es lo que ella sabe...” por estar privada, y en tanto “el goce masculino es apariencia”, el hombre mantiene dicha apariencia.(3). Entonces, si en el goce sexual, el hombre se confronta con la castración, y en ello la mujer encarna la hora de la verdad para él; para ella, por otro lado, es también la oportunidad para descubrir aquello que Lacan nos dice que sabe:  su desdoblamiento respecto del goce, en relación al goce fálico. Punto de bisagra que le abrirá a ella, más de una alternativa para ubicarse, algunas de las cuales, pueden separarla del efecto de lo que su propio cuerpo testimonia, en tanto para ella misma , ella también es el Otro. Que su goce no sea todo fálico, es justamente lo que relaciona a las mujeres con la verdad, ya que esta última, también es no- toda.  Lacan situará al inconciente, diciendo que “...aquello que es el resorte del inconciente no representa más que el horror por esta verdad” (4)

Entonces ¿Quién sueña a quién?. Ella dormirá incansablemente, encarnando para él un enigma de otro orden, y que orienta la historia. Él se pregunta  “...qué contiene el sueño de ésta que está en la cama?"(5), enigma que remite al deseo, y que se agrega al misterio de una forma ajena, ignorada.

 

2* momento: un mal que lo mira

El instante en el que ella se da cuenta de que a él lo invade el mal de la muerte es cuando se siente atraída por él.

La ignorancia reconocida por él de ese cuerpo se desliza,  efecto de un decir que devela  en ella un saber inequívoco, indialectizable.

Los gemidos acallados, ceden paso a un decir que cada vez se encarnizará más. Ella deviene entonces mirada para él, punto tíquico del encuentro con el horror de la mancha  que lo mira, extendida por la blancura de las sábanas.

Él le ruega que pronuncie la palabra que lo nombra, la que lograría equivocar la mal-dición de la muerte. Ella no consiente, pero algo inexplicablemente, más allá del decir de ella, facilita que de ese cuerpo “cada una de las partes (...) es por si sola testigo de su totalidad”(6) . Algo de ella lo invade, se apodera de él.

Se puede situar una disyunción en ella: ella presentifica el misterio , posibilitándole a él el encuentro con el Otro sexo. Pero por otro lado, y en una suerte de escala invertida, su decir  va estrechando cada vez más  el margen para que se aloje un decir de él sobre aquello mismo enigmático.

Las posiciones se polarizarán a partir de aquí.

Si bien, en el amor, al hombre le basta su goce, en prescindencia de la palabra, y por ello, nada comprende de ese goce, ni del Otro sexo, este hombre pareciera llevar adelante un intento de anudar el goce no al Otro sexo, sino al decir verdadero, es decir, aquella vía de la verdad que anuda el decir  al saber inconciente.

Su intento seria el de abrir su goce a las vías del amor, como forma no de rechazo, sino de inscripción del encuentro con lo femenino.

Sabemos que en ese punto de anudamiento, el decir que surge, suple la no relación sexual, no la verifica en su imposibilidad, nada tiene que ver , nos dice Lacan, con la verdad de la no relación .(7). Pero a la vez, afirma la necesidad de pasar por el decir verdadero, como paso lógico previo, para arribar luego a un decir que devenga acontecimiento, que anude inconciente, goce y decir.

Por ello, no estaría mal afirmar que no todo está perdido para él. ¿Qué ocurre con ella?

En tanto “el goce de la mujer no marcha sin decir, o sea , sin el decir de la verdad”, es justo la dimensión de la verdad  como medio decir la que empieza a desvanecerse en el decir de ella, abriendo de ese modo la pregunta no por el amor, sino por su goce.

Puntualicemos que el decir de la verdad, no es decir la verdad del goce, sino sus antípodas. El decir de la verdad implica que algo del goce resta indecible.

¿Qué es, por lo tanto, lo que el encuentro con él revela en ella, cuál es su posición?

¿Qué sueña ella?

 

3* momento:  Encontrar en ella su marca.

Ella comienza a sustraerse de la escena; quiere saber si alguna vez él amó a alguna, o podríamos decir, a otra.  Ella, curiosamente, no quiere saber si la ama a ella. Él acepta en ella, el goce de un cuerpo hasta ese momento no abordado y casi temido, el de una mujer, en la que reconoce el mal de su vida. “Es en ella , en su cuerpo dormido, donde lo ve”(8). Eso es lo que la hace amable, junto con el resonar de sus gemidos, con el ruido del oleaje de mar, también oscuro, ajeno, Otro;  dimensión de aquello que el decir no anuda. Ni en él, ni en ella.

De cualquier  modo, él se engaña, “cree ser el rey de ese acontecimiento en curso, cree que existe”(9), que existe para ella.

Por el contrario, su dicha soñada (vuelve el sueño), la de ella, es estar  llena de un hombre, de él, de otro, o de otro aún.... Se nos devela  aquí parte del secreto.

Es la marca que él ha alojado en ella de lo que ella quiere desprenderse. Es ese rechazo en ella lo que desencadenará todo:  rechazo del engaño, del inconciente, del amor.

En el Seminario XXI (10) , Lacan nos advierte de que el inconciente se define por saber que el hombre no es la mujer.  El inconciente sabe que el hombre no es la mujer, pero no dice qué es una mujer. Punto de relación entre el inconciente y el goce falico.

Si en el encuentro con la histérica, el hombre tiene la pequeña posibilidad de que le surja la buena idea, la idea de que no sabe nada, ( del Otro sexo) , la misma pequeña posibilidad se abre para ella, en tanto ella, al hacer al hombre, tampoco sabe. (11).

Así ella le pregunta por el color del mar. Él responde : negro. Ella entonces, afirma que el mar nunca es negro, que él debe confundirse. Veo allí que esa pequeña posibilidad  comienza a escurrirse, para ella. Lo femenino es enigmático aún para las mujeres.

Él ha sentido el deseo de matarla, de guardarla para si, pero sin embargo se mantiene a distancia, no se lo hace saber. Esa distancia ... ¿es lo que lo resguarda? ¿De qué lo resguarda? 

 

4* momento: un “ verdadero” final: el vaticinio.

Inicia esta última escansión el punto en el que él le pregunta a ella si cree que se le puede amar, a él. Ella responde que no. Pero no solo eso.  Surge el vaticinio femenino con toda su ferocidad. Ella afirma que él anuncia el reino de la muerte,  y casi en sueños nuevamente, termina diciéndole que no siga llorando por si mismo, ya que no vale la pena. Ella se burla durmiendo.  Y esta vez, no logra hacer brotar el horror, sino al niño que él una vez fue, o que  todavía es, en algún lugar de su soledad.

Ella rechaza el saber masculino. ¿Es en ese rechazo que se constituye una mujer como vía de acceso al Otro cuerpo?  El decir estragante, superyoico es una de las vertientes del decir femenino, pero ¿abre el mismo el acceso al Otro cuerpo? ¿O solo  convierte al hombre en un “etourdit”(aturdido)? La verdadera mujer, no es una.

Con todo, él logra hacer de ese encuentro, una historia de amor. Lo cuenta de muchas maneras distintas, percatándose de  que contarlo a la vez, es también perderlo un poco.

En relación a ella, ¿qué se pierde...?

Ella se pierde, ella es la burlada.

Ella se extravía, y allí está lo que el texto dice sin decirlo.

Desde otra perspectiva: no se trataría ya de que ella fuera un sueño de él. En tanto no hace de una mujer su síntoma, sueña con una. Y la sueña allí donde no puede abordarla real –mente.

Me oriento más a pensar que todo no es más que un sueño de ella, que nos enseñaría que es de ese modo como la histérica sueña al hombre, hombre que ella a la vez encarna. Es como ella se sueña soñada por él , en tanto “la portadora de una admirable imposibilidad” que la vuelve inalcanzable para un hombre.

En esta línea, el goce fálico en el hombre es obstáculo para el acceso al Otro Sexo, tanto como para “el arrebato”, es decir, para “dejarse arrebatar”.  Y de allí la ferocidad en la histeria. M.H. Brousse retoma esta cuestión en su artículo “Ravage et desir de l’analyste”. Allí sitúa que el estrago se inscribe en el registro de la seducción como salida del penisneid, en la clínica de las posiciones femeninas. El estrago define allí, la posición femenina de querer arrebatarle-lo al hombre, llevándolo hacia el dominio de un goce innombrable. Disputa por el goce fálico , a la vez que intento de enloquecerlo, cuestión situada en El saber del Psicoanalista por Lacan.

Ubico allí lo que J-A.Miller introduce en Les us du Laps, como el sesgo de perversidad en la histeria que encuentra perfectamente situable en los personajes de Marguerite Duras. 

Hacer de lo femenino un “atributo admirable” y no un suplemento a la lógica fálica, conduce a un empuje que ya no cuestiona al falo, sino que rechaza el goce fálico en tanto discontinuo, cíclico; volviendo como consecuencia, igualmente inaccesible  lo femenino.

 

* Trabajo presentado en las Noches de la Escuela, en el ciclo El Otro- cuerpo.

 

Citas

(1)   Duras, M. El Mal de la muerte.  La sonrisa vertical. Tusquets Editores. Pag.10

(2)   Ibid. (1) . pag. 15

(3)   Lacan, J. Seminario XVIII. Inédito. Pag. 29

(4)   Ibid, (3). Pag. 29

(5)   Ibid, (1). Pag. 17

(6)   Ibid (1). Pag. 25

(7)   Lacan, J. Seminario XXI. Inédito. Clase del 12-2-74

(8)   Ibid (1), pag. 33

(9)   Ibid (1), pag. 39

(10)           Ibid. (7), clase del 15-1-74

(11)           Ibid (7), clase del 15-1-74

·         Miller, J-A. Seminario Orientación Lacaniana. Les Us du Laps.’ 99- 00. Curso 19

·         Brousse, M. H. Ravage et desir de l’analyste. En Ornicar digital N* 145. 20-10-00

·         Lacan, J. Clases “El saber del psicoanalista”. Inéditas.

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 18 de noviembre de 2020

LA SEXUACIÓN EN CUESTIÓN. DE NIEVES SORIA. A LA ALTURA DE LA SUBJETIVIDAD DE LA ÉPOCA.


 Voy a comentarte este libro de Nieves Soria. Si la conocés, y yo la conozco y la escucho hace varias décadas, sabrás de su capacidad y rigurosidad. Si es el caso, también habrás estado en la presentación de este libro que hicieron Susana Amado y Gustavo Dessal. No aspiro a decir nada que supere lo que ese día se dijo, que fue mucho, interesante y muy elogioso. 
Te voy a decir por qué considero que La sexuación en cuestión es un libro necesario. 

Aborda el tema que el título anticipa desde varias perspectivas: la teórica, desde la argumentación referida a los discursos de género, sus principales autores y la posición polémica de éstos en relación con el psicoanálisis. Desde una lectura propia que sigue a la letra, los planteos de Lacan y Freud sobre sexualidad y sexuación, Nieves encuentra la inconsistencia de estos discursos, sus impasses, abordando una por una las "falencias" que se le imputan al psicoanálisis: ser patriarcal, heteronormativo, falocéntrico, a las que responde respectivamente, con la falta de mediación del Edipo y de la función paterna en nuestros días, con la singularidad del uno por uno, y con el rechazo del cuerpo que implica la falta del falo simbólico como regulador de los goces del parletre: los goces del cuerpo y los de la incidencia del significante, relativos a los nombres y la función de nombrar.   
Se abordan luego las consecuencias de lo desarrollado en las clases desde la perspectiva de la clínica: la presentación de casos es una constante, y la claridad y la rigurosidad de las argumentaciones sobre los materiales es digna de destacarse. 

Otra perspectiva, sobresaliente a mi entender, es la de situar a partir de los planteos anteriores, las coordenadas de las subjetividades de la época, incididos por el discurso capitalista y el de la ciencia: linajes subjetivos que al no estar anudados por el Nombre del Padre resultan en "nuevos fenómenos clínicos respecto de lo sexual en relación con el nombre y los goces". Formas de presentación de lo que Nieves Soria llama "nominaciones líquidas", parafraseando a Bauman.

La línea sutil que guía el recorrido de los capítulos (que fueran en origen las clases del seminario que la autora dictara en la EOL en 2019) toma cuerpo: la relación de la nominación con la sexuación, y cómo esta relación se ve alterada a partir de la constatación de la inexistencia de función de la excepción. 
Entonces surge la hipótesis fuerte de este libro tan valioso: en las modalidades subjetivas cada vez más presentes en nuestros días, se juega la inexistencia de la función del Nombre del Padre y de la ausencia de su operatividad simbólica. 
Se tratará de esclarecer qué clase de nominaciones serán posibles a partir de la apertura a la terceridad que el analista y su lugar de a en el discurso analítico encarnará para los sujetos que lleguen a consultar (nominaciones "fluidas" o lábiles podríamos decir, en tanto no logran fijar el goce que yerra, tanto como yerran y sufren los sujetos por no lograr "fijarse"; por no disponer de un anudamiento que permita elaborar un saber en relación con quiénes son, cómo gozan, qué nombre se dan).
 
Allí, la orientación respecto de la ética que conviene al analista surge:  los discursos de género, ya que llevan a una desorientación y a la desaparición de la diferencia sexual, sostenida en la inexistencia de la relación sexual, "real de base que hace que la lengua y el sexo sean duales...", se inscriben en el discurso capitalista, en tanto el psicoanálisis propone una salida de dicho discurso. Tampoco conviene aspirar a restablecer el discurso del amo antiguo. Ninguna nostalgia al respecto debe guiar al psicoanalista en su acto

Desde esta perspectiva, este libro es dos libros a la vez: el que está escrito, imperdible, y el que recorrer sus páginas y seguir a Nieves y a sus colaboradores en un recorrido apasionante, promete. El que vendrá. 
Esperamos entonces, la publicación de La inexistencia del Nombre del Padre, tesis que Nieves Soria defendiera hace un par de meses, y que le significó la obtención de su Doctorado en Psicología de la Universidad de Buenos Aires. 
 

viernes, 13 de noviembre de 2020

¡HACE UN AÑO PRESENTÁBAMOS CRIATURAS DE ARENA EN EDICIÓN ARTÍSTICA Y LIMITADA! ¡QUÉ NOCHE INOLVIDABLE!

Había preparado un video que quedó muy bello, con las amables y generosas palabras que esa noche tuvieron Mónica Torres y Martín Sancia Kawamichi sobre la novela, con imágenes a la altura de la ocasión. Pero no logro subirlo a las redes, es algo extenso. Así que van al menos las fotos de aquel día. 

Hubo mucha gente querida, familia, amigos, colegas. 

Creo que nunca seré una gran vendedora de mis libros, pero no me importa, porque Criaturas de arena llegó a valiosos lectores, y eso es lo mejor que puede pasarle a mis libros. 

Quedan muy pocos ejemplares disponibles, en Librería Mendel, Paraguay 5163 (la última foto da las coordenadas y datos de la misma). 

La primera foto corresponde a la portada virtual de la novela, la que se podía descargar desde el blog. Es la imagen de la que nació la historia- 






















jueves, 12 de noviembre de 2020

¡¡POEMAS PARA LEER EN EL ASCENSOR!! POESÍA VERTICAL O TOPOLOGÍA POÉTICA. ROBERTO JUARROZ.

Un encuentro amoroso, es un encuentro amoroso, y hay que prestarle toda la atención y la energía del mundo. No pasa todos los días; puede incluso no ocurrir nunca. Aunque si se está predispuesta o predispuesto, abierta o abierto al azar de los encuentros, hay más probabilidades. 
Como con el amor, que hay que salir a decirlo a todos, me pasó con Joyce y también con Juarroz. 
¡Qué complicado! ¿Qué quiere decir tener un encuentro amoroso con dos escritores? Es muy simple: que el hecho de que hayan existido y de poder acceder a su obra mejora de manera radical lo que te toca o elegís vivir a diario. Eso. Ni más ni menos. Enorme. 
Así que voy a compartir algunos poemas de la Antología de la Poesía Vertical que acabo de comprar. También dejo el enlace a la lectura en vivo que hice de estos poemas. 
https://www.facebook.com/leonor.curti/videos/10222247199625441


Vamos a lo nuestro:
Creo que de haberlo, es poco lo vertical en la poesía de Juarroz. Sus poemas son sinuosos, los lleva el viento; hay laberintos, círculos concéntricos, bandas de moebius, toros. Hay iluminación en las sombras, hay sueños en el despertar, hay cercanía en la distancia, y vacío en la plenitud. Y, como diría Pasolini, en La mano que tiembla, ¡viceversa! 

Entonces: 

Poema 16 de Segunda Poesía vertical (1963).

El centro no es un punto.
Si lo fuera, resultaría fácil acertarlo.
No es ni siquiera la reducción de un punto a su infinito.

El centro es una ausencia,
de punto, de infinito y aun de ausencia
y sólo se lo acierta con ausencia.

Mírame después de que te hayas ido,
aunque yo esté recién cuando me vaya.
Ahora el centro me ha enseñado a no estar,
pero más tarde el centro estará aquí. 



Poema 4 de Tercera poesía vertical (1965).

Si uno no es igual a su despertar,
si el despertar lo excede
o es menor que uno, 
¿quién ocupa la diferencia?

Y si uno no es igual tampoco a su dormir,
¿adónde se queda su costado despierto
o qué otra cosa se duerme con uno?

¿Y si uno no es igual a uno?

El signo igual parece a veces
la duplicación ensimismada
del menos. 



Poema 46 de la Cuarta poesía vertical (1969). 

Las palabras son pequeñas palancas,
pero no hemos encontrado todavía su punto de apoyo.

Las apoyamos unas en otras 
y el edificio cede.
Las apoyamos en el rostro del pensamiento
y las devora su máscara.
Las apoyamos en el río del amor
y se van con el río.

Y seguimos buscando su suma
en una sola palanca,
pero sin saber qué queremos levantar,
si la vida o la muerte,
si el hecho mismo de hablar
o el círculo cerrado de ser hombres. 



Poema 60 de la Decimotercera poesía vertical (1993).

Hay cosas que ocupan tanto su lugar
que llegan a desplazarse a sí mismas
y lo empujan todo alrededor,
como inverosímiles criaturas que desbordan de su piel
y no pueden reabsorberse. 

Así a veces la poesía no me deja escribir.
La escritura queda entonces aplastada
como el pasto bajo un grueso animal.
Y sólo es posible recoger unas pocas palabras
pisoteadas en la hierba.

Pero todo poema no es más que un balbuceo
bajo el balbuceo sin fin de las estrellas. 

martes, 10 de noviembre de 2020

VIGINIA WOOLF Y LAS MUJERES. LAS QUE ESCRIBEN, LAS EXTRAORDINARIAS, LAS CORRIENTES.


 En Un cuarto propio, con traducción de Jorge Luis Borges, y hermosas ilustraciones de Becca Stadtlander, partiendo de una convocatoria para dar una conferencia sobre Las mujeres y la novela, VirginiaWoolf nos toma de la mano y nos lleva con ella en un camino de hallazgos en obras de diferentes siglos: desde la presencia llamativa de mujeres en la literatura griega (aunque las mujeres no tenían presencia real, al parecer, en la vida de la polis), a la presencia de heroínas en la obra shakespeariana, hasta las novelistas británicas más famosas. Pasa por el tamiz cada descubrimiento, sin "inocularnos" su posición (al menos hasta el final, y lo hace de manera brillante), dejando que el lector saque sus conclusiones. Una sorpresa enorme y maravillosa.
 

Una valiosa publicación, Las mujeres y la literatura, reúne los ensayos de la autora escritos sobre el tema entre 1904 y 1934. Tomo algunas citas.

"Bien poco se sabe de las mujeres". Parece una afirmación de Freud, ¿no?

"Durante la mayor parte de la historia anónimo era una mujer".

"La mujer extraordinaria depende de la mujer corriente (...) Solo cuando podamos medir la forma y la experiencia de vida a la que puede aspirar una mujer corriente, podremos dar cuenta de los éxitos o fracasos de la mujer extraordinaria como escritora". 

lunes, 9 de noviembre de 2020

¡HALLAZGO! ESQUEMA DEL PSICOANÁLISIS. ESCRITO EN 1938 Y PUBLICADO EN 1940. FREUD Y LO FLUIDO.


 Hay algunos que promueven la absurda idea de que Freud es caduco, obsoleto; anacrónico para pensar la subjetividad de la época y la diversidad sexual que ella presenta.
 Deberían volver a leerlo,o leerlo por primera vez, más concretamente. Tres ensayos sobre teoría sexual, de 1905, podría haberse escrito ayer. 
También deberían sus detractores, hacer la experiencia de un análisis: en el prólogo de este trabajo, Freud se dirige a aquellos que hayan repetido sus observaciones en sí mismos y en otros individuos. Dirá que no se propone ni "compeler a la creencia" ni a "provocar convicción". 
¡Su vigencia es sorprendente y su libertad de pensamiento enorme! 

Cito a Stratchey
"Esto nos muestra que a los 82 años Freud poseía todavía un don sorprendente para enfocar de manera renovada lo que podrían parecer temas trillados. Tal vez en ningún otro sitio alcanza su estilo un nivel más alto de compendiosidad y claridad. Por su tono expositivo, la obra nos transmite una sensación de libertad, que es quizá lo que cabía esperar de un maestro como él al presentar por última vez las ideas de las que fue creador". 

Comparto con ustedes un párrafo de su Esquema del psicoanálisis, al comienzo de la parte VII, Una muestra de trabajo psicoanalítico. 

"Las neurosis no tienen (a diferencia, por ejemplo, de las enfermedades infecciosas) causas patógenas específicas. Sería ocioso buscar en ellas unos excitadores de la enfermedad. Mediante transiciones fluidas se conectan con la llamada "norma", y, por otra parte, es difícil que exista un estado reconocido como normal en que no se pudieran rastrear indicios de rasgos neuróticos". (El destaque en "transiciones fluidas", tan en boga y escuchado en nuestros días, en mía). 



domingo, 8 de noviembre de 2020

PASIÓN JOYCEANA.

Ayer participé via Zoom de una conversación internacional sobre mi amado Joyce y su novela Ulises. 
Por ello hoy quiero compartir con ustedes, este posteo. 

"No hay nada que pueda sustituir a la pasión individual como fuerza motriz de todas las cosas, ni siquiera el arte y la filosofía". 7 de febrero de 1905. James Joyce.

"There´s nothing that can substitute individual passion as driving force of everything, not even art and philosophy". (translation is mine). J. Joyce.

 

jueves, 5 de noviembre de 2020

PIER PAOLO PASOLINI. FILMS. ¡TENGO UNA GRAN TARDE, ASÍ QUE VA PASOLINI BONUS TRACK! A DISFRUTAR DEL ARTE QUE LA VIDA ES CORTA.







 https://zoowoman.website/wp/movies/el-decameron/




https://zoowoman.website/wp/movies/love-meetings/























http://zoowoman.website/wp/movies/salo-o-los-120-dias-de-sodoma/






















https://zoowoman.website/wp/movies/12-dicembre/






https://ok.ru/video/1301891189338

PIER PAOLO PASOLINI. A 45 años de su asesinato. Por JUAN AGUZZI.


https://www.elciudadanoweb.com/el-brutal-asesinato-de-pier-paolo-pasolini-un-enigma-que-cumple-45-anos/


 

lunes, 2 de noviembre de 2020

En el día de los muertos, festejo a México con uno de mis escritores favoritos y admirados: JUAN RULFO. Pedro Páramo y lectura de El llano en llamas.

 

Hoy es el día de los muertos. En México, país que adoro y añoro, es una fiesta! Así que la festejo con uno de los escritores, tan mexicano él, que más amo y admiro: JUAN RULFO. Comparto unos párrafos de su inmortal Pedro Páramo, y la lectura de El llano en llamas que hice hace algún tiempo. ¡A disfrutar y VIVA MÉXICO, CABRONES! 

Porque le bastaron a Juan Rulfo un libro de cuentos (El llano en llamas) y una novela, la enorme Pedro Páramo ( que está entre mis diez libros imprescindibles, como lectora y como escritora), para entrar en el canon occidental.
Por la aspereza y lirismo de su prosa poética; por la transmisión sin concesiones de la idiosincrasia mexicana, por su humildad y grandeza, hoy festejo el aniversario de su nacimiento con dos párrafos de Pedro Páramo, que elegí para ustedes:

"Al menos eso había visto en Sayula, todavía ayer, a esta misma hora. Y había visto también el vuelo de las palomas rompiendo el aire quieto, sacudiendo sus alas como si se desprendieran del día. Volaban y caían sobre los tejados, mientras los gritos de los niños revoloteaban y parecían teñirse de azul en el cielo del atardecer. 
Ahora estaba aquí, en este pueblo sin ruidos. Oía caer mis pisadas sobre las piedras redondas con que estaban empedradas las calles. Mis pisadas huecas, repitiendo su sonido en el eco de las paredes teñidas por el sol del atardecer". 

"El sol se fue volteando sobre las cosas y les devolvió su forma. La tierra en ruinas estaba frente a él, vacía. El calor caldeaba su cuerpo. Sus ojos apenas se movían; saltaban de un recuerdo a otro, desdibujando el presente. De pronto su corazón se detenía y parecía como si también se detuviera el tiempo y el aire de la vida". 

https://www.facebook.com/leonor.curti/videos/10221557056132285