sábado, 28 de abril de 2018

Feria del Libro!!

Por si estás en la Feria ese día, o te da ganas de ir!

martes, 24 de abril de 2018

Hasta que puedas quererte solo, de Pablo Ramos.

El Evangelio según Ramos.
Hasta que puedas quererte solo es el último libro que Pablo Ramos publicó. Es el primero de él que leo. Entonces necesito poner en contexto esta lectura. En general me resultan pesados los libros sobre alcohólicos. Lamento no haber encontrado, por ejemplo, el gusto a la literatura de Bukowski todavía, como lamentaba de joven que no me gustara la cerveza, sintiendo que me perdía de algo grande que el resto del mundo disfrutaba. Lo mismo me pasa con libros sobre adicciones y drogadictos. Por deformación profesional suelo encontrar un regodeo autocompasivo en esa literatura.
Sin embargo, Hasta que puedas... me atrapó desde el primer momento. No leí autocompasión ni justificaciones algunas en sus líneas. Por el contrario, lo encontré profundamente alegórico, místico quizás. Al lector no le queda ningún resquicio de duda sobre el poder mortífero de las sustancias. ¿Cómo hace Pablo Ramos para transmitir la destructividad de las drogas y el acohol, de la repetición infinita del tropiezo con la misma piedra, de la decepción permanente de los seres queridos, de la persistente sensación de impotencia frente al sin sentido de la vida y la incapacidad para hacer algo bueno con ella?
Nos propone un Vía Crucis nuevo, invertido. Se me ocurrió llamarlo el Evangelio según Ramos. Escribe crónicas en doce pasos, relativas a las doce máximas que rigen los tratamientos de recuperación de los adictos (lo sean al alcohol o a las drogas, o a ambos). Cada una de esas crónicas está dedicada a algún ser que, cruzándose por obra del azar con aquél que llamaré Judas Ramos, encarnó un milagro pequeño y humano en su vida, y que en su momento él no supo/pudo/quiso ver y mucho menos agradecer. Ramos pone en acto en su escritura, y hasta lo explicita, lo que los que escribimos sabemos: escribir es civilizar el dolor, es la oportunidad de hacer justicia cuando la justicia ya no es posible, es hacer resonar el eco de las almas de los que no están (también, lógico, puede ser maldecir, sepultar, negar, vengar... pero ninguna de todas esas cosas suceden con Hasta que puedas...). 
En el Evangelio según Ramos, el Vía Crucis lo recorre Judas a lo largo de varios años, no Jesús, quién aparece multiplicado y encarnado en todas esas oportunidades para poner la maquinaria del amor a funcionar. Pero el momento de la redención no había llegado todavía para Judas.
Sí, googleé Vía Crucis. Y sí, las paradas que hizo Jesús hasta la cruz, según Wikipedia, fueron catorce no doce. Faltan dos en el recorrido de nuestro Judas. La decimotercera es la escritura de este libro. ¿Qué decir de su escritura? Que es verdadera. Que no echa mano a recursos estilísticos, ni efectistas, ni sentimentales. Las situaciones, los encuentros, los desencuentros, son narrados con economía precisa de palabras, y con la distancia necesaria y suficiente para que el lector no sufra lo que se narra, pero a la vez, tenga absoluta percepción y aproximación a lo que se pone en juego en la enfermedad de la adicción. Hasta que puedas... no es una apología de la adicción, sino del amor y la ternura imprescindibles en la existencia para que el ser humano no se vuelva cínico, ni destructivo para los otros o para sí. Es la invocación a una mirada que asegure que el mundo es un lugar propicio, y es también un canto a la virtud salvadora de la escritura, que permite volver a tirar los dados cada vez, y modificar la gramática de la lengua que limita la vida.
¿Y el último paso, el decimocuarto? Es fácil descubrir en manos de quién está la verificación de la redención al final del recorrido.

lunes, 23 de abril de 2018

Gombrowicz en el San Martín. A propósito de la obra El casamiento, en cartel hasta comienzos de junio.

 Tuvo lugar el sábado a la tarde, en el hall bautizado Alfredo Alcón, una interesante mesa sobre el escritor polaco, que viviera en Argentina más de dos décadas. La invasión nazi a Polonia lo encuentra aquí, invitado al país en gira de escritores polacos.
La actividad, coordinada por Nicolás Hochman, acercó a los asistentes las ideas, concepciones de lectura, aproximaciones en otros casos, sobre la obra de Gombrowicz, de María Rosa Lojo, Germán García, Damián Malvacio y Luis Ziembrowicz.
M. R. Lojo puntualizó que llegó a leer al escritor gracias a un artículo de Sábato en una edición crítica de literatura argentina. Señaló el carácter de perisférico de W.G, y que jugaba con la deconstrucción de lo monumental. Lo calificó del inmaduro perpetuo, característica que le gustaba mucho a ella.
Luis Ziembrowicz, miembro del elenco de El casamiento, comentó haberlo conocido en los ´90, a través de un amigo. Destacó el carácter de clandestinidad y a la vez de diversa inclusión del escritor (era conocido y adorado por boxeadores, por ejemplo).
Germán García leyendo un párrafo del autor, instó a leerlo. Destacó especialmente que preguntarse por el hombre no conducía lejos (trajo comentarios del propio escritor, en el que sostenía comportarse de distinta manera en cada situación y dependiendo del interlocutor de turno; también recordó que el autor sostenía que de su tiempo en Argentina y de los escritores que se nucleaban a su alrededor quedaría poco). Nadie de sus conocidos podría dar cuenta de lo que W. G fue como escritor. Propuso por ello, pensar cómo funciona la literatura Gombrowicz
 Damián Malvacio, parte de la obra también, comentó que El Casamiento era su primer acercamiento a la obra del escritor.
Luis comenta el argumento de la obra, y la dificultad de un texto estrafalario para la memorización y la puesta en escena. La forma determina la necesidad de una coreografía para montar la obra. El autor deja cosas abiertas, juguetea con el teatro: tira los dados y es un maestro para ordenar el absurdo.
En relación con la supuesta dificultad que implica leer sus textos, pregunta introducida a los invitados por Hochman, Lojo señaló que cada lector debe situar esa dificultad; que El casamiento incluye ideas vertebrales del pensamiento y la creación de Occidente, y por ende el disfrute dependerá de la puesta. Señaló que la literatura está para traicionarla, y que entonces debe primar el espíritu lúdico, gesto muy propio del autor polaco.
Malvacio, comentó que la no linealidad del texto se presentó como una dificultad para la puesta, para la que tuvo que encontrar un mecanismo, en un texto que se presenta como un desfile de máscaras.
García, por su parte, retomó el tema de la literatura Gombrowicz revelando lo que llamó "el secreto" del autor: Stanislaw Witkiewicz, escritor, fotógrafo, filósofo y pintor polaco, autor de la obra "Madre" y de "Insaciabilidad": en esta última relaciona la cultura polaca con la alemana, situando la teoría de la forma como fundamental. "Haga lo que haga, produzca una forma", señaló García, como máxima gombrowicziana. Respecto de la obra señaló que la encontró demasiado argentina, en la que podría haberse retomado lo musical, para plasmar la desintegración de una forma preexistente, pero para crear otra nueva, en el esfuerzo de recomponer. El acuerdo era mortífero para el polaco; había que crear diferencias para generar lo nuevo. Respecto de algún tip para acercarse a su lectura, Hochman (que introdujo la inquietud) propuso tener en mente que el autor era un provocador, que buscaba incomodar. Lojo propuso que se lo lea con irreverencia, que no es un espacio sagrado. García propuso Transatlántico como su obra "más argentina" (termina con la frase "¿Parricidio o filicidio?"), comentando que desde su perspectiva, fue la cultura de la pérdida, de la ausencia, lo que atrajo a W. G de la Argentina, de la que dijo: "Argentina... tan puta y sin darse el gusto".
Luego de la participación del público, entusiasmado por lo que se comentaba, García comentó que la ironía del polaco apuntaba a dar cuenta que aquí "se hacía lo que se debía hacer", y no lo que se quería. Se leerá Gombrowicz con ganas de hacerlo, dijo. Recordó para un cierre que no podía ser mejor, que Borges decía que el libro se termina cuando el lector lo cierra y deja de leerlo.



jueves, 19 de abril de 2018

Lecturas Críticas en el Centro Descartes.

 Se presentaron ayer por la noche en el Centro Descartes, Las tardes con Úrsula y Los estudios de Nicolás Peyceré, Nacido en Buenos Aires, de formación polifacética  (es médico, ginecólogo, psiquiatra y escritor, entre otras cosas) publicó ensayos, poesía y novelas.
Martín Kohan abordó la estética de los dibujos que Las tardes... incluye. La presencia del cuerpo en el texto, el cuerpo textual y el cuerpo real; el uso de la palabra y la concepción del sentido, el trastocamiento de la sintaxis, señalando por último, la tensión entre el mundo de mujeres y el mundo de los militares, en Los estudios.
Germán García, por su parte, abordó la novela Las muchachas sudamericanas *, señalando la decisión barroca de un estilo no neutro, que alimenta una mirada. Mirada que imbrica la prosa y vislumbra el cuerpo femenino, el valor de goce de las heroínas para los hombre. Heroínas que escapan de la destrucción, encarnando "el árbol de la vida": nombres que son toponímicos, metáforas del territorio.
Por mi parte, señalé el interés constante del autor por el uso de la palabra, sus límites y el margen de libertad en relación con el sentido y su polisemia. Las tardes... funcionó en mi lectura, como el programa de escritura de Los estudios.
En las tres obras abordadas anoche, se hizo evidente el impulso por quebrantar los sentidos consolidados, las certezas, para abrir a la diferencia, así como también el interés por el cuerpo femenino y sus goces.  Con la presencia de Úrsula (esposa del autor) cálida y emotiva, y de Tomás Abraham (amigo del escritor) entre otros, no faltaron las anécdotas, los recuerdos, y el humor.
Una presentación maravillosa, sin dudas.

* De Mirada fuera de tiempo. En La virtud indicativa. Psicoanálisis y literatura. Colección Diva. 2001.

Mi agradecimiento a la Asociación Amigos de la Fundación Descartes y en especial a María Marta Giani por las maravillosas fotos.

lunes, 16 de abril de 2018

Volviendo a Masotta. La teoría como acción. BNMM. Agosto 2017

 En Agosto del año pasado tuvo lugar en la Biblioteca Nacional el encuentro Oscar Masotta: la teoría como acción. Se trataba de la presentación de la exposición homónima que se preparaba en Ciudad de México, proyecto curado por Ana Longoni. También de volver a hacer resonar el nombre de quien fuera fundamental en Argentina en relación a diversos ámbitos de la cultura (pensamiento, arte, psicoanálisis, etc), donde funda en 1974 la Escuela Freudiana en la Argentina, y en Barcelona, ciudad en la que vivió por algunos años, hasta 1979, año de su prematura muerte, funda la Biblioteca           Freudiana de Barcelona.  En aquella ciudad, tiene lugar en estos días la exposición que viera la luz en México hace meses, anticipando su llegada a Buenos Aires, para fin de año. Mientras busco mis notas sobre aquella tarde en la Biblioteca, de la que participaron psicoanalistas y creadores de la talla de Roberto Jacoby, Germán García, Oscar Steimberg, Francisco Hugo Freda, Jorge Lafforgue, Alejandro Dagfal, Diego Peller y la misma Ana Longoni, les dejo algunos enlaces en los que podrán leer sobre el tema, conocer un poco a Masotta, como para seguir leyendo e investigando. 
https://www.bn.gov.ar/agenda-cultural/volviendo-a-masotta
 https://elpais.com/ccaa/2018/03/21/catalunya/1521662527_408376.html
https://www.pagina12.com.ar/1999/suple/psico/99-09/99-09-09/psico01.htm






jueves, 12 de abril de 2018

ACTIVIDAD IMPERDIBLE EN EL CENTRO DESCARTES!

El miércoles 18 de abril se presentan en el Centro Descartes (Billinghurst 901) los libros de Nicolás Peyceré Los estudios y Las tardes con Úrsula, ambos publicados en 2017 por Editorial Mansalva.
Para la ocasión contaremos con la presencia de Martín Kohan y Germán García. Un lujo. No se lo pierdan.
A las 20.

miércoles, 4 de abril de 2018

martes, 3 de abril de 2018

Amor es amor. J.P Gaultier en el CCK


 Amor es Amor es la muestra que hasta el 15 de julio exhibe vestidos y atuendos de boda de Jean Paul Gaultier en el Centro Cultural Kirchner.
Qué decir sobre ella?
Que vale la pena la visita para conocer el gran y muy hermoso palacio donde funcionaba el correo. Que la entrada es libre y gratuita. Que hay varias muestras más.
Peeeerooooo... hay una pequeña cola que hacer antes de entrar a la muestra... los visitantes entran contados, a medida que salen los que ya vieron la muestra (que se ve en 10 minutos máximo, si uno tiene un interés especial en la moda y en la confección de las prendas).
Realmente, si bien las fotos salieron muy buenas (me gusta la fotografía y trato de inspirarme cuando tomo alguna) la sensación que me dejó es de desilusión y algo de bronca. No se si en algún otro museo del mundo montarían una muestra así: algunos vestidos se veían no del todo bien, con hilos o deshilachados. Los carteles donde te cuentan lo que estás viendo son tan chiquitos y con letra tan pequeña que no se leían a simple vista, poniendo el acento en qué había inspirado la prenda, y las horas de trabajo humano que habían llevado.
Interesante que algunos de los maniquíes daban cuerpo a hologramas, de modo que parecían mirar y hablar.
No soy experta en moda, más allá del ejercicio del buen gusto, y de haber visto otras muestras en otros lugares del mundo. Ésta me supo a poco.