sábado, 27 de marzo de 2021

Podría ser la perfección. Océano mar de Alessandro Baricco


 "Podría ser la perfección -imagen para ojos divinos-, un mundo que acaece y basta, el mudo existir de agua y tierra, obra acabada y exacta, verdad - verdad-, pero una vez más es la redentora semilla del hombre la que atasca el mecanismo de ese paraíso, una bagatela la que basta por sí sola para suspender todo el enorme despliegue de inexorable verdad, una nadería, pero clavada en la arena, imperceptible desgarrón en la superficie de ese santo icono, minúscula excepción depositada sobre la perfección de la playa infinita". 



jueves, 25 de marzo de 2021

En el aniversario de la muerte de Roland Barthes: La séptima función del lenguaje. de Laurent Binet. La intelectualidad francesa en pie de guerra por un manuscrito secreto.

 

Conmemorando el fallecimiento de Roland Barthes, una divertidísima novela sobre la intelectualidad francesa de fines del siglo pasado, puesta bajo la lupa, bajo sospecha. 


La séptima función del lenguaje. De Laurent Binet. Editorial Seix Barral. (2015)

La muerte accidentada de Roland Barthes el 25 de marzo de 1980 y su ficcionalización como posible asesinato, es el puntapié inicial para el armado de un thriller satírico apasionante. Junto con el gran crítico francés del siglo XX, desaparece un documento que guarda un tesoro: el esclarecimiento de la séptima función del lenguaje: contraseña, llave maestra que abriría todas las puertas, derribaría muros; arma indestructible que podría cambiar la historia; la del pensamiento, la de los intelectuales, la de una nación, la del mundo. ¿Posee el lenguaje una función encantadora o mágica?




El comisario Jacques Bayard será el encargado de buscar dicho documento, que al momento se ha vuelto una cuestión de estado, pero considerándose neófito absoluto en el ámbito en el que su investigación se desarrollaría, se ocupa de encontrarse un intérprete, el profesor Simon Herzog, quien lo guiará como un lazarillo, por los senderos laberínticos de la lingüística y del pensamiento francés de aquellos años. Ambos se embarcarán en una suerte de road movie  literaria que los llevará a recorrer París detrás de Jakobson, de Foucault,  de Derrida, de Althusser, de Guattari, de Sollers, de Kristeva y de todo posible interesado en hacerse del valioso documento; irán a Italia detrás de Umberto Ecco; luego cruzarán el charco para llegarse a Cornell University donde se toparán con Chomsky, Rorty, Saïd, Searle y otros, en una conferencia sobre el giro de la lingüística de aquel entonces.
Es una novela desopilante, en la que no faltan los esclarecimientos teóricos (que Herzog debe hacer para Bayard), los perfiles narcisísticos de los implicados, la noche en los cabarets parisinos, las justas de saber y oratoria, los espías, los debates presidenciales (entre Giscard y Mitterand), el sexo desenfrenado, y una mirada irónica muy directa sobre la intelectualidad francesa, de la que pocos quedan a resguardo.
En el final, con una estrategia barroca y más allá del subjetivismo, del relativismo y del objetivismo, Binet nos conduce al punto en el que el arma más poderosa que el hombre parece tener es el lenguaje y su uso creador ( si no mágico) que puede torcer destinos y hacer de las falencias, fortalezas.

domingo, 21 de marzo de 2021

OTOÑO. CANTO DE OTOÑO. DE LAS FLORES DEL MAL DE CHARLES BAUDELAIRE.


 I

BIEN PRONTO en las tinieblas frías vamos a entrar;
¡adiós, claridad viva de estos cortos estíos!
Ya oigo caer y fúnebremente resonar, 
la leña retumbante en los patios sombríos.

En mi ser va otra vez a entrar todo el invierno: 
horror, odio, temblores y trabajo forzado; 
y como el sol hundido en su polar infierno,
mi corazón un bloque será rojo y helado. 

Escucho y cada tronco al caer me estremece; 
el cadalso no se alza con eco más velado.
Mi espíritu una torre que sucumbe parece
al golpe de un ariete incansable y pesado.

Mi mente, por el choque monótono mecida, 
cree que clavan un féretro en un sitio ignorado;
¿para quién?- ¡Ya es otoño; el estío ha pasado!
El ruido misterioso tiene un sol de partida.


II

Me gusta de tus ojos el verdoso fulgor, 
dulce beldad, mas hoy todo me es amargura;
y nada, ni la alcoba, ni el fuego, ni tu amor, 
valen para mí el sol que sobre el mar fulgura. 

¡Y sin embargo, ámame! Ten maternal ternura, 
hasta para un ingrato, para un indiferente. 
Sé, mi amante o mi hermana, la efímera dulzura
de un otoño glorioso o la de un sol poniente. 

¡Corta misión! ¡La tumba espera ávidamente!
Ah, déjame, la frente posada en tus rodillas,
gustar, mientras añoro el verano caliente,
de la media estación las luces amarillas. 

martes, 16 de marzo de 2021

NO MALDIGAMOS A LA VIDA. UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO. DE ARTHUR RIMBAUD.


 Mañana.


¿No tuve acaso una vez una juventud amable, heroica, fabulosa, digna de inscribirse en hojas de oro? ¡Demasiada suerte! ¿Por qué crimen, por qué error he merecido mi actual debilidad?

(...)

Desde el mismo desierto, hasta la misma noche, mis cansados ojos  siempre se abren a la estrella de plata, siempre, sin que se conmuevan los Reyes de la vida, los tres magos: el corazón, el alma, la mente. ¿Cuándo iremos, más allá de las playas y los montes, a saludar el nacimiento del nuevo trabajo, la nueva sabiduría, la fuga de los tiranos y de los demonios, el fin de la superstición, a adorar-¡los primeros!- la Navidad sobre la tierra?

¡El canto de los cielos, la marcha de los pueblos! Esclavos, no maldigamos a la vida. 

domingo, 7 de marzo de 2021

QUERIDA MARÍA. CUANDO EL PSICOANÁLISIS NO ES UN SUEÑO. DE CARMEN GONZÁLEZ TÁBOAS. La jovialidad de un deseo y la audacia de desear. ¡Muchas gracias Carmen por tu amable y cálido mail!


 Una de las pocas lecturas que hice este extraño verano, fue Querida María, Cuando el psicoanálisis no es un sueño de Carmen González Táboas, editado por Las furias. 

Disfruté mucho su lectura. Con el disparador de una pregunta que le hace su hija referida a cómo había pasado de estar ordenada para vivir una vida religiosa a su inmersión en el psicoanálisis y su práctica, Carmen escribe un libro en tono coloquial, dialógico, que como lector, te lleva flotando muy suavemente por las turbulentas aguas de la historia argentina, de las vicisitudes de los años de la vida religiosa, del azoro y las marcas de determinadas coordenadas familiares y subjetivas. 

El libro tiene muchos niveles de lectura diferentes. 

Un nivel es el de una madre que historiza y relata a su hija su propia vida, que hay que decirlo, de convencional no tiene nada, y sin dudas esto tiene que ver con el deseo que habita en Carmen. 

Otro nivel es como dije antes, el de la historia argentina, y un síntoma que la autora recorta: el peronismo. Sería una empresa casi absurda llevarle la contraria: mucho antes de que el significante "grieta" fuera acuñado por un periodista recientemente, el peronismo dividió a los argentinos desde su surgimiento, poniendo a politólogos de todo el mundo y a los propios a estudiar un fenómeno difícil de explicar. No es nada aventurado decir que sigue dividiéndonos, a pesar de transformaciones, mutaciones, infiltrados, y disidentes. 

Otro nivel es el del encuentro amoroso como punto de clivaje del sentido en el que se orientaba la vida para la autora. La llegada de los hijos, y con ellos, satisfacciones inéditas. 

Por supuesto, está el nivel del encuentro con el psicoanálisis, el argentino con sus distintas corrientes, y también el francés, acontecimiento que reorientará definitivamente la vida y resignificará lo vivido. 

Con arte y décadas de lecturas que saltan a la vista del lector sin disimulo, Carmen va enlazando, entrelazando estos distintos niveles con un estilo bello, quizá erudito por momentos; sin dudas verdadero. 

Sin embargo, si bien todo lo dicho hace que el libro ya valga mucho la lectura, no es eso lo que quiero destacar. Lo más fuerte y claro que el libro me transmitió fue el coraje de su autora para delimitar y tratar de esclarecerlos, dos imposibles: qué es un analista y qué es "lo argentino", en tanto nación, pero también en relación con el psicoanálisis. 

¿Hay analista? 

¿Hay psicoanálisis que no sea un sueño?

¿Hay psicoanálisis argentino? 

No voy a aventurar respuestas para estas preguntas. Solo trataré de transmitir la evidencia que Querida María me dejó: la de estar leyendo una pluma con estilo propio, que deja traslucir en cada línea la jovialidad de un deseo y la audacia de desear.


Mail de Carmen González Táboas. 


"Muchas gracias, querida Leonor.

Gracias por tu fina lectura.

Me pareció un comentario reflexivo y a la vez rico y generoso.

Un abrazo, Carmen".