¡Qué buenos momentos me hace pasar el cine argentino, en estas difíciles semanas!
Ayer vi Todos tenemos un plan, de Ana Piterbarg. Es un thriller descollante del año 2012.
Nos narra la historia de dos hermanos gemelos: Pedro y Agustín, ambos papeles interpretados con maestría por Viggo Mortensen, que transita el tenue y borroso margen entre la ternura, la desorientación, el oportunismo y el mal.
Pedro habita una casucha en el delta, se dedica a la apicultura con la colaboración de Rosa, una siempre verosímil, eficaz y tierna aún en la sordidez, Sofía Castiglione. Eso en lo que concierne a las actividades lícitas; hay otras oscuras, delictivas, que lleva adelante con Adrián, un siniestro Daniel Fanego, en una gran interpretación de un ser amoral, y Rubén, su ahijado un poco tonto, interpretado correctamente por Javier Godino.
Agustín, por su parte, vive en Buenos Aires, es médico, tiene una relación con Claudia, encarnada por Soledad Villamil, con quién está a punto de formar una familia, y que irá sufriendo una metamorfosis impresionante en su vida, que se traslucirá con fina sensibilidad en el rostro y en el cuerpo de la actriz.
Las vidas en aparente disyunción de estos gemelos se volverán a cruzar por una visita inesperada de Pedro. El pasado, el presente y el futuro se anudan entonces, en el instante de una decisión macabra. La aparición de una manera inesperada de Rosa (bajo la forma del amor) hará que detone un destino que pareciera haber estado acechando desde siempre a ambos hermanos.
El desarrollo de la trama es impecable y aunque el tema de los gemelos y el doble es un tópico conocido y muy trabajado tanto en literatura como en cine, hay margen en la película para la sorpresa. La configuración de los personajes se apoya tanto en lo que dicen como en lo que callan. Será lo silenciado lo que empuje y conduzca las vidas de todos, en un nudo de pasión, locura y muerte (aparece la alusión a los cuentos de Horacio Quiroga, a partir de una novela suya Los desterrados), del que apenas saldrán a salvo la inocencia y el amor, como sentimiento en exilio en la tierra salvaje y áspera del Delta argentino.
La estética del film es perfecta en su dureza caótica, en su pobreza material y simbólica. La isla es un mundo aparte, regido por sus propias leyes; guiado por apetitos que aunque reprobables, se exponen a la luz del sol, a lo insondable del río.
El film dura casi dos horas, que se pasan volando, porque el espectador queda atrapado sin remedio en una trama oscura, en un ambiente sórdido, entre personajes que actúan todo lo que no dicen. En este cuadro de situación la película desarrolla un mecanismo del que, como espectadores, no queremos salir.
Te recomiendo sin dudas esta película, que se sale del canon de films intimistas que abundan, para entregarnos un thriller sorprendente ambientado en un mundo tan cercano como desconocido y atemorizante.
La podés ver en Vimeo. https://vimeo.com/169343287?fbclid=IwAR2JYQk2LiGKq-0Yp7-jAmG0v3OCdtpK-5GIqMK-rYOER-I3vklUSmZTKNk
La ví... excelente peli! Viggo, es un capo actuando. Lo he visto en unas cuántas películas y no tiene desperdicio!
ResponderEliminarQué suerte Alejandro!!! Muchas gracias por leer y por comentar! Sos muy bienvenido!
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