sábado, 4 de abril de 2020

THE HOST. DE BOON JOON-HO. 2006. LA INTRUSIÓN DE LA BIOPOLÍTICA.

En estos días me encontré recomendando a dos amigos THE HOST. Entonces me di cuenta de que no la había comentado en mi blog (que muta como mutamos todos; como muta el mundo en estos últimos meses). Subsano hoy ese descuido.
Vi por primera vez esta película a los pocos días de que Parasite fuera galardonada con el Oscar a la mejor película. Recuerdo haber comentado al pasar en Facebook que creía que el film ganador de la estatuilla tan preciada, era un hermoso caballo de Troya: abría las puertas a la filmografía de un director inteligente y creativo, y con una posición tomada (eso creo yo) sobre muchos temas que afectan al mundo y a Corea del Sur, epicentro de "grandes avances" capitalistas.
Ayer la vi por segunda vez. Me suscitó lo que sigue:
El argumento (trato de no spoilear): vemos un laboratorio, y dos hombres. Uno se queja al otro porque los frascos tienen polvo. El de menor rango aduce que volverá a limpiarlos. El otro arremete con desdén y sorna:"Odio el polvo más que nada". Wowwww. Entonces allí brota aquello nombrado por Hannah Arendt como "la banalidad del mal": le ordena a su ayudante No que limpie las botellas, sino que las vacíe. A sabiendas de que contienen un líquido tóxico. El ayudante vacila... va contra las regulaciones... contaminarían el río al que los desagües van a dar... El jefe, entonces, dice las palabras mágicas: "Es una orden". Fin del conflicto y comienzo del desastre. Las aguas contaminadas producen la mutación de un pez, transformándolo en un monstruo que asolará la ciudad. Hay una familia, con un padre, tres hijos variopintos (una medallista olímpica, un graduado universitario y un hijo medio tonto que colabora con el padre en el puesto de comida que poseen) y una nieta que será una de las protagonistas de la tragedia. Habrá también un militar norteamericano involucrado (no les adelanto nada si les digo que será un "héroe").
Buscando una imagen para la entrada, encontré algunas en las que se promocionaba la película como "entretenimiento". Bueh... eso sería reducirla a la banalidad.

¡Me muerdo la lengua (debería decir me ato los dedos) para no contarles detalles, porque es imperdible!Mientras la miraba tenía la sensación de estar viendo televisión; viendo las escenas que se transmiten (deben estar muyyyyyyyy "filtradas") del desastre pandémico que el mundo atraviesa hoy.

Una frase que resuena con Operación Masacre de Rodolfo Walsh, aquella antológica que dice:
" hay un fusilado que vive", da el puntapié inicial. Algo parecido dice el padre de la hija en cuestión. Sólo que tuvo una infancia desafortunada y miserable, y quedó algo tonto; no lo tomarán en cuenta. A tal punto que en un momento de crueldad insostenible, cuando está siendo víctima de la biopolítica en su máxima expresión (la del sometimiento y abuso cruel de los sujetos y sus cuerpos, en pos "del bien común"- ¡cómo no evocar La naranja mecánica aquí!-) dirá: "Mis palabras también son palabras. ¿Por qué nadie las escucha?".
La familia se une entonces (el padre y los hermanos) en una búsqueda que asume ribetes tragicómicos: habrá, por supuesto, celulares, auriculares, miseria humana, trajes de protección, barbijos y máscaras, persecución y recompensas monetarias, coraje, valentía, medios masivos de comunicación, sometimiento. El abuelo de la niña protagonista dirá en un momento: "Tenemos que aceptar lo que dice el gobierno. ¿Qué más podemos hacer?"
Entonces el tonto, el "dormido", el desadaptado será, quizás por todas esas cualidades, el que tome la sartén por el mango. Si bien el final es tremendo, hay lugar para lo humano, para el amor; un margen para que los seres humanos se rescaten de tanta barbarie.
THE HOST es una película IMPERDIBLE, y mucho más lo es por estos días.
Plasmó, ¡¡hace 14 años!! (nuevamente se verifica aquello dicho por Lacan de que los artistas le llevan la delantera a los psicoanalistas) las consecuencias nefastas que produce el anudamiento del discurso delirante de la ciencia con el discurso capitalista: las personas reducidas a meros consumidores y a portadores de un cuerpo intervenido por la biopolítica de múltiples e inimaginables maneras. 

2 comentarios:

  1. Hola Sandra!!! Qué bueno que te pases por mi casa virtual! Sos muy bienvenida. La película es muy buena. Si la mirás espero que te guste. Besos!!!

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