"Llevamos en nosotros el desconcierto de haber sido concebidos". El sexo y el espanto. Pascal Quignard.
Ayer asistí a la actividad del Departamento Enlaces, orientada por la oposición Azar/Destino, que guía el trabajo de este año. Aprovecho para recomendarles que asistan a sus actividades; hay allí una manera muy vital de transmisión del psicoanálisis.
Fueron presentaciones conceptualmente elaboradas, y por ello difíciles de resumir en pocas líneas, pero me aventuro en el desafío.
En el orden en el que presentaron, Pablo Russo hizo un recorrido del Seminario XXIV de Lacan, Los no incautos yerran. Situó la apuesta de Lacan de ir más allá del inconciente (el de las producciones significantes; el del sentido y las significaciones, el de las formaciones), en tanto respecto de lo real solo se puede recomenzar. Se trata de ser incauto de la estructura, de la no relación sexual. Hay errancia, deriva en la vida del ser hablante, porque hay imposible de escribir, hay agujero, no hay causa última, hay azar, una equivocación, un grueso error con el que hay que saber arreglárselas más allá de la producción de saber del inconciente: en esta línea hay Sinthome, une-bévue, no destino.
Blanca Sánchez planteó el inconciente real como la sede de los equívocos de la lengua, hecho de S1 que afectan al cuerpo. Recorrió, citando a Eric Laurent en El reverso de la biopolítica, la etimología de bévue, para puntualizar que lo que está en juego es una equivocación primera, algo se escribe por azar. Se remitió luego a Aristóteles, ya que éste separaba claramente el azar (en tanto su causa es indefinida) del destino. El destino del neurótico es su máquina de hacer de la contingencia necesidad: el fantasma; no hay destino escrito, es tramado por el neurótico. Luego hizo un recorrido por Una cuestión preliminar... de Lacan, introduciendo la insondable decisión del ser, como excediendo la causalidad psíquica, para referirse luego a la escritura china y el I Ching. La mente china, planteó, se ocupa de lo casual, de las coincidencias; de los resultados prácticos del azar.
Mónica Torres destacó que Lacan apuesta en el final de su enseñanza al fracaso del inconciente, en tanto no deja de remitir a la conciencia. Deconstruye todo lo anterior. Se remitió al curso de Miller El ultimísimo Lacan, página 197, para arribar al punto donde Miller propone dejar los dos últimos seminarios de Lacan fuera de toda su enseñanza previa, y al efecto de temblor que esto conlleva: al período imaginario (estadio del espejo), le sigue el simbólico (dividido en tres subperíodos: el determinado por la estructura matemática, por la lingüística y por la lógica sucesivamente), luego el topológico, y finalmente el de la desestructuración de los simbólico, del contrapsicoanálisis y de la poesía. Nada nos condena, dijo, ni el trauma.
Finalmente para "bajar" a tierra todos estos desarrollos y planteos, habló de la serie danesa Algo en que creer, donde todo gira en relación con el delirio religioso; en relación con el padre.
Hubo comentarios de los participantes referidos a sobrevivientes de campos de exterminio.
Recordé entonces el maravilloso libro de Jonas Mékas, Ningún lugar adonde ir, en el que narra su paso por varios campos de refugiados durante la Segunda Guerra, hasta recalar en Nueva York, donde finalmente se establecerá transformándose en un gran cineasta. Mékas narra su patética vida cotidiana sin una pizca de autocompasión, conmiseración ni empatía para sí ni para con los otros. Jamás se victimiza, y vive cada día como una aventura nueva, producto de un azar que le es ajeno pero a la vez propio en tanto se las arregla para hacer con él un espacio en el que vivir orientado por su deseo.
Excelente reseña, continúa y suplementa lo que iniciamos en la clase
ResponderEliminarSiempre tan precisa y generosa
Gracias!!
A vos Pablo, a Mónica y a Blanca. Es un placer compartir las actividades de Enlaces. ¡Nos veremos en las jornadas!
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