Participé este último sábado de la XII Jornada de Enlaces, con el tema Azar y destino. Fue un día increíble, de mucho trabajo y mucha y animada conversación entre colegas, donde no faltaron, además del psicoanálisis y casos clínicos, el cine, la literatura y el fútbol, entre otros temas. ¡Incluso se presentó una novela!
La labor inmensa de la comisión de organización se notaba apenas llegar. La acreditación sorprendía con las credenciales-naipes, y con una galleta de la fortuna, para continuar con un desayuno provisto de cosas ricas y muy buena onda.
La Jornada se abrió con la presentación del número 25 de la Revista Enlaces, a cargo de Elsa Maluenda y Santiago Hormanstorfer.
A continuación tuvo lugar la primera mesa plenaria, Amor al destino y destino del amor, a cargo de Walter Capelli, Pablo Russo y Graciela Musachi (en el orden en que tomaron la palabra), presidida por María Leonor Solimano. Trataré de sintetizar lo que se dijo.
Walter Capelli realizó una línea entre el amor vacío del amor cortés en el Seminario de la ética, y el amor como significación en el Seminario 24, con Dante y su Divina Comedia. Planteó el amor como aquello que suple la no relación sexual, conectando el Uno y el Otro. La experiencia analítica dignificará al amor en tanto nuevo, por saberse nudo de una disyunción; por no rechazar el acontecimiento imprevisto, más allá de la repetición.
Pablo Russo tituló su trabajo Valentía ante fatal destino o del exilio a la contingencia. Interrogó de qué manera un análisis puede, por el efecto de desengaño que produce al final, llevar al sujeto a ese más allá del límite en el que el sujeto está encadenado como deseo. El único destino para el ser hablante será el que éste se forje, y un análisis puede destituirlo en tanto necesario; puede afectar con la castración ese "destino supuesto saber" conduciéndolo a la posible reinvención de nuevas coordenadas sintomáticas, en relación con el amor y el goce. Advertido ya de que su verdadero partenaire depende de las contingencias de su goce, deberá realizar un duelo, atravesar la caída del objeto. La plasticidad del síntoma, entonces, hará cabida a la contingencia.
Por su parte, Graciela Musachi interrogó la frase ¡Sí, quiero! del consentimiento marital. Tomó el análisis que Benjamin hace de Afinidades selectivas, de Goethe. Para configurar dicho consentimiento, se unieron el determinismo de la elección amorosa en el amor romántico, y el imperio de la razón, dando como resultado el matrimonio como consecuencia moral de una elección supuestamente libre (comentó también el caso del Hombre de las Ratas). Luego se refirió al Seminario XI, en relación con el par destino-azar: lo que se produce como al azar (tyche del encuentro fallido con lo real), recibe una significación de destino, en el retorno de los significantes.
Para desplegar al último Lacan, recurrió a El reverso de la biopolítica, de E. Laurent:
1er tiempo: emergencia del goce. Traumatismo que se inscribe como síntoma en la superficie del cuerpo.
2do tiempo: una palabra pasa al decir. El Otro dice una palabra que engancha con ese encuentro con el goce; no puede sino mentir sobre ese encuentro, ya que no puede decirlo.
3er tiempo: tiempo del saber. A esa palabra se engancha otra. Desde esta formulación sí se puede invertir la fórmula anterior y decir: Azar y destino, título de la jornada.
En el Seminario XX el amor tendrá la mayor relación con el saber; con dos saberes inconcientes. La elección de amor se realiza por el reconocimiento de signos puntuados enigmáticamente (cuestión que también había tomado Pablo Russo). Se capta cómo goza el otro, cómo el ser es afectado por el saber inconciente. El reconocimiento es el encuentro de los síntomas; es la ilusión de que hay relación sexual. Desde esta perspectiva, ya no se trata del retorno de los significantes sino del encuentro con el goce.
Las fotos corresponden a las plenarias (hubo muchísimos trabajos presentados en mesas simultáneas), a la hermosa mesa que compartí con Laura Carrara y Silvina Soto, coordinada por Eliana Amor, y a la genial comisión organizadora de la Jornada, que ¡logró regalarnos a los asistentes un día pleno de trabajo, conversación, amistad, creatividad y mucho humor!
Mañana o pasado les cuento de la otra plenaria, en la que participaron Blanca Sánchez (presentando la novela de A. Leserre, La chica que le sonreía a los perros), Claudia Castillo y Mónica Torres. Coordinó Alex Crivelli.
Los trabajos fueron muy precisos, elaborados y poéticos, y tratar de comentarlos no es nada fácil. Mis comentarios intentan una aproximación a ellos.
Preciso y precioso comentario, muchas gracias!! querida Leo 🤗👏😘
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ResponderEliminarMuchas gracias querida Leonor Curti por tu buenísima reseña- comentario, y por esos detalles que relevaste con tanto cariño!!! Fue un placer escuchar tu trabajo El cuerpo del deseo en la mesa Mujeres decididas de la XII Jornada Enlaces!!!
ResponderEliminar👏👏👏👏👏👏
Muchas gracias a ustedes, Nilda Hermann y Pablo Russo!!! Y a todo Enlaces <3 <3 <3
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