Creo que ya les hablé de mi debilidad por la literatura japonesa. De modo que quizás no sorprenda que les hable de SHUNGA. Martín Sancia Kawamichi imagina una historia tan original como morbosa y humana. Se trata del destino de dolor de tres hijas, que pagan una deuda que su padre no paga. Padecen a manos del prestamista perverso todo tipo de vejaciones. Por un suceso inesperado son rescatadas para un mejor destino... pero...
SHUNGA es una composición estética y armónica de sucesos, encuentros, relatos inter textuales y perversiones, narradas con una distancia Kafkiana y precisión de cirujano en las palabras. Está omnipresente la estética de la narrativa japonesa: los ciclos de la naturaleza, las flores, los animales y su simbología, la sensualidad hecha letra, pero también su contracara: la violencia y la sexualidad cruel exacerbadas hasta la mutilación.
El epílogo merecería un comentario aparte. Es lo que cierra la novela y lo que la resignifica como poesía de alto vuelo lírico. Una fiesta!
A leerlo!
ResponderEliminarGracias Leonor!