Dijo el crítico Edmund Wilson en 1922, en un estudio sobre Ulises, publicado en New Republic:
"Y, al fin y al cabo, cada libro, como cada persona, tiene "los defectos de sus virtudes". ´
Una hermosa frase que condensa la vida y la obra de James Joyce y me da el pie perfecto para compartir con ustedes lo que dijera allá por 2007 Germán García, en su conferencia ¿Joyce estaba loco? *, dictada en el marco del Seminario Clínico organizado por la APLP "A propósito del Seminario El Sinthoma de Jacques Lacan", actividad asociada al Instituto Oscar Masotta.
" La decisión de Joyce, como la de un Descartes, y también la de Freud, es la certeza que inicia un método, que al final produce la auto-revelación de uno por vez. Pero ninguno de los que sigan el método estará seguro de adquirir una certeza tan singular y equivalente. Ni siquiera van a saber si ellos, Joyce, Freud, Descartes, tuvieron la certeza, o se sostuvieron en una pura decisión".
*Agradezco el artículo a mi colega Gisele Ringuelet.
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