lunes, 29 de junio de 2020

LA SOLEDAD DE LA CONDICIÓN HUMANA CONTEMPORÁNEA. UNA ANTROPOLOGÍA DE LA HIPERMODERNIDAD. LOS NO LUGARES DE MARC AUGÉ

Asistí a la reunión vía Zoom de Zadig España del último sábado. Por primera vez afloraron la pasión, el enojo, la incomodidad y el rechazo por lo que se está viviendo en el mundo y la marcha hacia la "Nueva Normalidad",  reacciones imprescindibles para no quedar hipnotizados por las virtudes de la "hipervirtualidad" (que no quiere decir que no podamos servirnos de ella, de hecho la reunión que comento sucedió a través de una plataforma virtual). A partir de lo escuchado allí, evoqué este libro de Marc Augé, de cuyas páginas comparto hoy algunas líneas con ustedes.
Su autor es profesor de antropología y etnología en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París. Desarrolló la noción de "no lugares". Llamó así a los espacios de convivencia inevitable y anónima (ejemplo, aeropuertos, estaciones de tren), de lazos tan instantáneos y fugaces como azarosos. ¿Cuáles son sus características?
"(...) Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar. La hipótesis aquí defendida es que la sobremodernidad es productora de no lugares. (...) Los no lugares son la medida de la época, medida cuantificable y que se podría tomar adicionando, después de hacer algunas conversiones entre superficie, volumen y distancia, las vías aéreas, ferroviarias, las autopistas y los habitáculos móviles llamados "medios de transporte" (aviones, trenes, automóviles), los aeropuertos y las estaciones ferroviarias, las estaciones aeroespaciales, las grandes cadenas hoteleras, los parques de recreo, los supermercados, la madeja compleja, en fin, de las redes de cables o sin hilos que movilizan el espacio extraterrestre a los fines de una comunicación tan extraña que a menudo no pone en contacto al individuo más que con otra imagen de sí mismo. (...) nosotros incluimos en la noción de lugar antropológico [las antípodas de los no lugares, agrego yo] la posibilidad de los recorridos que en él se efectúan, los discursos que allí se sostienen y el lenguaje que lo caracteriza. Y la noción de espacio tal como es utilizada hoy (...) parece poder aplicarse útilmente, por el hecho mismo de su falta de caracterización, a las superficies no simbolizadas del planeta. (...) el espacio del no lugar libera a quien lo penetra de sus determinaciones habituales. Esa persona sólo es lo que hace o vive como pasajero, cliente, conductor. (...) saborea por un tiempo las alegrías pasivas de la desidentificación y el placer más activo del desempeño de un rol. (...) El espacio del no lugar no crea ni identidad singular ni relación, sino soledad y similitud. (...) En la realidad concreta del mundo de hoy, los lugares y los espacios, los lugares y los no lugares se entrelazan, se interpenetran. (...) Pero las palabras de moda-las que no tenían derecho a la existencia hace unos treinta años- son las de los no lugares". 
Los tránsitos se oponen a las viviendas, las intersecciones a los cruces, el pasajero al viajero, la comunicación a la lengua.
Me pareció una muy interesante perspectiva para pensar la época, y sobre todo, para tenerlo en cuenta en relación con la pandemia y el drástico cambio de vida que ella nos implica y nos implicará por un tiempo cuya prolongación parece imposible de anticipar.

2 comentarios:

  1. Gracias por publicar este pequeño texto. Estoy intentando crear un espacio y un personaje que se ajusta a esta idea.

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  2. Gracias por comentar! Dejame tu nombre la próxima!

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