"¡Qué alivio sublime sería, sin embargo, si de pronto nos viéramos ante una verdadera plaga salida de manos de los biólogos! Sería verdaderamente un triunfo. Significaría que la humanidad habría llegado verdaderamente a algo: su propia destrucción. Se vería allí el signo de la superioridad de un ser sobre todos los demás. No sólo su propia destrucción, sino la destrucción de todo el mundo viviente. (...) Como la ciencia no tiene la menor idea de lo que hace, salvo cuando surge este ligero acceso de angustia, seguirá cierto tiempo. (...)
" Esa es la diferencia entre lo que anda y lo que no anda: lo que anda es el mundo; y lo real es lo que no anda. El mundo marcha, gira en redondo, es su función de mundo. Para percibir que no hay mundo, a saber, que hay cosas que solo los imbéciles creen que están en el mundo, basta destacar que hay cosas que hacen que el mundo sea inmundo, si me permiten expresarme de este modo. De esto se ocupan los analistas, (...) se confrontan mucho más con lo real que los científicos. Solo se ocupan de eso. (...) Para ello es necesario que estén extremadamente acorazados contra la angustia. (...) Las cosas están hechas de extravagancias. Quizás este sea el camino por el que puede esperarse un futuro del psicoanálisis- haría falta que éste se consagre lo suficiente a la extravagancia". "El psicoanálisis no triunfará sobre la religión, justamente, porque la religión es inagotable. El psicoanálisis no triunfará, sobrevivirá o no". (...) Y la religión dará sentido a las pruebas más curiosas, esas en las que los propios científicos comienzan a experimentar un poquito de angustia".
El triunfo de la religión, Conferencia en Roma del 29/10/74. Jacques Lacan
"Nuestro porvenir de mercados comunes encontrará su contrapeso en la expansión cada vez más dura de los procesos de segregación".
Proposición del 9 de octubre de 1967. Sobre el psicoanalista de la escuela. Jacques Lacan.
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