lunes, 9 de diciembre de 2019

ÉRIC LAURENT EN BUENOS AIRES: REFLEXIONES SOBRE TRES ENCUENTROS DEL FEMINISMO CON LA NO RELACIÓN SEXUAL. 2DA PARTE (BONUS TRACK).

La estela luminosa del paso de Éric Laurent por Buenos Aires aún se sostiene en nuestras brisas estivales, de modo que voy a comentarles ahora las preguntas que el público hiciera en la oportunidad, y las respuestas, jugosas, que Laurent diera, haciendo eje en las experiencias de goce, y en la posición provechosa de los analistas de investigar, de constituir un work in progress respecto de dichas experiencias, sin saberes previos, acogiendo las certezas de las que estos pacientes testimonian.

Daniel Millas comentó la experiencia de los tratamientos de hormonación de personas trans, en el hospital, que acuden con su cambio de género y de nombre realizado, y son escuchados en sus demandas por la medicina. Así en algunos casos resuelven su cuestión con el cuerpo propio. Sin embargo lo que surge en entrevistas es la dificultad con las parejas, en relación con la cuestión del amor y de las relaciones sexuales. Señaló que los intentos de normativizar a través de la ley, provoca diferentes modos de impasses y de síntomas.
Silvia Salman destacó el eje de la imposibilidad de la ley para anudar, y cómo pensar estas cuestiones desde lo colectivo y desde lo singular, propuesta propiamente psicoanalítica, poniendo ambas perspectivas en tensión.

Éric Laurent tomó una pregunta sobre el goce del lado hombre y el goce del lado mujer, y una sobre por qué la mujer es Otra hasta para ella misma. El goce, dijo, viene a hacer irrupción en el funcionamiento del cuerpo, homeostático, en relación con la vida. El goce viene a hacer disrupción allí; en el hombre se concentra en un órgano, fácilmente separable del cuerpo, en cambio del lado de la mujer el goce se produce sin una localización tan clara. Se presenta como algo que se siente pero con cierta dimensión de extrañeza. La mujer es la que experimenta el carácter Otro del cuerpo de una manera más radical, aunque, destacó, los hombres también tienen acceso a esa dimensión del goce, pero más limitado por la presencia condensadora del órgano.
Otra pregunta apuntó a la relación entre el racismo en tanto odio al goce del otro y los feminicidios. Destacó que hay una relación entre ambas cuestiones; los movimientos que anudan a las minorías raciales o de otro tipo,  y el feminicidio: la relación entre el goce especial de estas minorías y el goce femenino.
Otra pregunta se refirió a una frase de Lacan en la que éste puntualiza que el patíbulo no es la ley; que la ley es otra cosa. Destacó que la ley de los hombres, la positiva, la de los castigos no es la ley como tal. Se refirió a lo kafkiano de la cuestión, en tanto hay una ley que nos preexiste, y que trata de inscribirse en los cuerpos, más allá de los castigos que puedan inventarse; hay una relación con la ley que va más allá, y que en Freud la leemos como el sentimiento inconciente de culpa, algo fundamental vinculado al reproche de existir; ese reproche que incide en el derecho, y que en su existir  mismo va contra la pureza del no ser.
En relación con la fetichización erótica, señaló que frente a la experiencia del goce del lado mujer, del lado hombre la respuesta es la fetichización, hasta el punto que ésta se puede industrializar (por ejemplo, en la pornografía).
En relación con el unarismo sexual lacaniano y los múltiples goces, volvió sobre la presencia del goce del órgano y por otro lado, del goce femenino. Destacó que hay un sólo goce sexual como tal, el femenino. Las agrupaciones LGBT dan cuenta de ésto, en la experimentación de las relaciones diversas: la experiencia del goce del órgano y la del goce sexual como tal, por ejemplo, el uso del masoquismo en la comunidad gay, para ir más allá del obstáculo del goce del órgano; o el uso de las drogas, de manera calculada o no, en tanto manera de "cortar el lazo con el pito"; son experimentaciones de ese goce Otro, que no es binarizable, señalando que es más interesante tomarlo así, como experimentación de ese goce, que como denuncia de los semblantes a nivel significante; como la experimentación de un goce que se siente pero que no tiene representación.
Otra pregunta apuntó a la despatologización de los fenómenos trans, y su relación con la psicosis. Señaló el gran incremento de casos de personas que se declaran en un proceso trans, destacando que habría que recordar el proceso de diferenciación entre las psicosis y las psicosis ordinarias. Dijo que los casos trans testimonian de una nueva clínica, de una certeza, aunque no todas las certezas son psicóticas. Destacó que Lacan había insistido en que la certeza del creyente no es una certeza psicótica. Hay una mística del goce al nivel trans, que produce certeza, certeza que los psicoanalistas deben investigar, no llegando con la idea de que sabemos de lo que se trata, sino hacer una investigación sobre formas de certeza; ver cómo se gradúa, cómo se distribuye. Los psiquiatras ya habían notado que no había manera de cambiar dicha certeza en los pacientes trans; que era más fácil aliviar la certeza de un paranoico que hacerlo con la de un trans; no se lograba incidir ni con la medicación ni con el tratamiento. Constataron que los trans se mataban, y por ello estaban a favor de la operación porque por lo menos, salvaban vidas.
Propuso ver a dichas comunidades y a los trans como una clínica nueva. El hecho de haber quitado a comienzos de siglo XX todas las conductas sexuales de lo patológico, permite mucho más hacer una investigación sobre dichas experiencias. Destacó que Argentina es el único país en el mundo que tiene antes una ley sobre transexualidad que una ley sobre el aborto. Se refirió a varios psicoanalistas que le comentaron la cantidad de casos que reciben y el alto nivel de sufrimiento que atraviesan estos sujetos. Señaló que la investigación sobre esta clínica es crucial para entender lo que es la identificación sexual en la primera infancia, en tanto esto se produce en niños menores de cuatro años.
Luego se refirió al fenómeno de identificación congelada que se produce en las comunidades de goce, puntualizando que es el revés de considerar una investigación como un work in progress. Señaló que los teóricos queer son interesantes porque rechazan ese congelamiento identificatorio, sosteniendo que el problema es no ser binario, así como otro teórico señala que es un viaje, el de los trans, que no cesa nunca, es una experiencia de por vida, que no se puede detener: sería la producción del objeto a que no cesa de no escribirse.
La multiplicación de las posiciones de goce no son multiplicación de goces, propuso. Son experiencias del goce como tal, sin tener la posibilidad de identificarse con eso; hacer la experiencia de la alteridad fundamental. Los trans, dijo, lo experimentan con el no binarismo; "viajeros de experimentos nuevos" los llamó; exploran y cuentan lo que han encontrado, lo que han experimentado, y en cada "país de goce" se experimenta de manera distinta la tensión entre el goce del órgano y el goce sexuado como tal. 

1 comentario:

  1. laurent querido. hacela simple. porque la gente comun no entiende terminos sicoanaliticos. abrazo. tuliog01@yahoo.com.ar (lamentablemente no me sirve para la radio) gracias.

    ResponderEliminar