Leí esta semana estas maravillas de Joseph Roth. Escritor nacido en 1894 en la ciudad de Brody, Ucrania, está entre mis favoritos, sin dudas.
Con una prosa bellísima, que en estos tres relatos breves roza la parábola, Roth construye personajes en apariencia simples, con vidas simples que, sin embargo, delinean para el lector los senderos que conducen al deseo, al amor, al rechazo en toda su complejidad. El amor como enfermedad incurable y mortal; la vida como valor supremo por encima de todo; elecciones de medios de vida, que son mucho más que eso, y que al traicionarlas implican las más graves consecuencias, son a grandes rasgos, las cuestiones que inspiraron al autor.
Sensibilidad, belleza en el lenguaje, percepción finísima para configurar en pocas palabras la complejidad de los vínculos humanos son algunos de los motivos por los que hoy hablo de este escritor, que si no lo leyeron, les recomiendo que lo hagan.
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