jueves, 31 de marzo de 2022
lunes, 28 de marzo de 2022
Doy inicio a un momento de formas breves y quién mejor que RICARDO PIGLIA para hacerlo!!!
“(…) los músicos contemporáneos comprueban y dicen lo que nadie sabe: que la cultura de masas no es una cultura de la imagen, sino del ruido. (…) En el extraordinario capítulo de las “Sirenas” en el Ulises (que está dedicado a la música), Joyce hizo ver que el capitalismo es una ciénaga de ruidos y no hay Ulises que resista esos cantos”.
jueves, 17 de marzo de 2022
VOLVER A FREUD? NO. JAMÁS LO DEJAMOS DE LADO.
Vuelvo por segundo año a recorrer con asombro nuevo Estudios sobre la histeria, texto de autoría compartida y no siempre bien delimitable de Freud y Breuer. Publicado en 1895, recopila los historiales clínicos de los comienzos del inventor del Psicoanálisis, y el de Anna O, paciente de Breuer.
Quizá el texto revele cuestiones y obstáculos de lo más actuales en nuestra comunidad.
Comparto con ustedes un asombroso párrafo de la Epicrisis del historial de Elisabeth von R. A pesar de que Freud utilizaba por entonces referencias y analogías con la neurología y a la fisiología, dice sobre los historiales y la recepción que reciben entre los lectores:
"No he sido psicoterapeuta siempre, sino que me he educado, como otros neuropatólogos, en diagnósticos locales y electroprognosis, y por eso a mi mismo me resulta singular que los historiales clínicos por mí escritos se lean como unas novelas breves, y de ellos esté ausente, por así decir, el sello de seriedad que lleva estampado lo científico. Por eso me tengo que consolar diciendo que la responsable de ese resultado es la naturaleza misma del asunto, más que alguna predilección mía; es que el diagnóstico local y las reacciones eléctricas no cumplen mayor papel en el estudio de la histeria, mientras que una exposición en profundidad de los procesos anímicos como la que estamos habituados a recibir del poeta me permite, mediando la aplicación de unas pocas fórmulas psicológicas, obtener una suerte de intelección sobre la marcha de la histeria. Tales historiales clínicos pretenden que se los aprecie como psiquiátricos, pero en una cosa aventajan a estos: el íntimo vínculo entre historia de padecimiento y síntomas patológicos, que en vano buscaríamos en las biografías de otras psicosis". (Página 174. Tomo II. Amorrortu).
CONVERSACIONES CON JAMES JOYCE, de ARTHUR POWER. PUBLICACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES DE CHILE.
BIENVENIDOS NUEVAMENTE!
Luego de un impasse más largo que lo previsto, vuelvo con un post sobre Joyce. Y sí, ya me conocen, saben de mi devoción hacia él. Por otro lado, el 2 de febrero de este año se cumplieron 100 de la publicación de Ulises, y 140 del nacimiento de su autor, pero el festejo me tomó a contramano, y no lo festejé como lo merecía la novela que subvirtió la idea de narrar que se tenía hasta el momento. De modo que en parte, saldo una deuda con este post. Más adelante, haré algo a la altura de semejante aniversario.
Este libro es oro puro. Una vez más, la editorial de la Universidad Diego Portales se luce publicándolo; suma un imperdible más a su larga lista de libros imprescindibles.
Arthur Power conoció a Joyce en París gracias a ser portador de la fórmula mágica que daba acceso al escritor: ser de Dublín. Power cuenta que recién terminado Ulises Joyce pudo desprenderse más, incluso en lo literario, de su ciudad natal y sus habitantes; ciudad a la que parecía amar y aborrecer con intensidad similar. Pero no lo hizo nunca de la cadencia de su lengua.
Comparto con ustedes hoy, algunas citas de este libro:
"A.P- La pregunta es: ¿qué es la literatura: hechos o arte?
J.J- Es vida (...) y una de las cosas a las que jamás me acostumbré en mi juventud fue a la distancia entre la literatura y la vida".
"(...) pero además existe una perspectiva intelectual que disecciona la vida, que es lo que más me interesa ahora mismo: ahondar en las cosas hasta encontrar un residuo de verdad sobre la vida, en vez de hincharlas de romanticismo, lo que básicamente implica falsearlas. En Ulises he intentado hacer literatura a partir de mi propia experiencia y no a partir de una idea preconcebida de una emoción pasajera. (...) (refiriéndose a Retrato del artista adolescente) Ése es el libro de mi juventud, en cambio, Ulises es el de mi madurez, y prefiero mi madurez a mi juventud. Ulises es más satisfactorio y está mejor resuelto, porque la juventud es una época atormentada en la que uno no ve las cosas con claridad. En Ulises, sin embargo, he intentado ver la vida claramente, y verla como un todo, o al menos eso creo. Ulises fue siempre mi héroe, incluso en mi atormentada juventud, pero he necesitado media vida para alcanzar el equilibrio necesario para expresarlo, porque mi juventud fue extraordinariamente violenta; dolorosa y violenta".
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