ESCRITO AL PASAR
La vida late hoy en murmullos, cuando sus trinos solían colmar el aire.
Los fracasos incomodan, irritan piel y sueños. Conminan el futuro, en sobrevida que duele, que injuria.
Dejo cincuenta octubres de patios y mates de leche. Diecisiete octubres de lentejuelas, colitas de caballo, zapatitos de tacón y labios pintados de memoria. Dejo veintinueve años de un sueño que ardió en el mar de la desilusión y la indiferencia.
Dejo baldosas tan sueltas y mojantes en días de lluvia, como amadas y reconocidas en sus grietas y roturas.
Lejos aún el amor y sus especies,
me acerco a algo que no sé nombrar.
Me dirijo hacia la que algún día, como al descuido, me encontraré siendo, en un tiempo irrealizable.