En esta historia, un hombre muerto en vida, contrata a una mujer por algunas noches, aspirando a alcanzar el misterio de aquello nunca experimentado, que lo ha dejado intocado, estéril: el misterio del amor, que ha gravitado en su vida, según palabras de ella, como "esa función mortal de la falta de amar".
"Ella le pide que se lo diga claramente. Usted se lo dice: No amo.
Ella dice: ¿Nunca?
Usted dice: Nunca
Ella dice: El deseo de estar a punto de matar a un amante, de guardarlo para usted, para usted solo, de poseerlo, de robarlo contra todas las leyes, contra todos los imperios de la moral, ¿no lo conoce, no lo ha conocido nunca?
Usted dice: Nunca.
Ella le mira, repite: Es raro un muerto.
(...)
Ella entonces le dice:
"Usted pregunta cómo podría surgir el sentimiento de amar. Ella le responde: Quizás de un fallo repentino en la lógica del universo. Dice: Por ejemplo de un error. Dice: Nunca por quererlo. Usted pregunta:¿El sentimiento de amar podría surgir de otras cosas aún? Usted suplica que diga. Ella dice: De todo, de un vuelo de pájaro nocturno, de un sueño, del sueño de un sueño, de la cercanía de la muerte, de una palabra, de un crimen, de uno, de uno mismo, de pronto sin saber cómo".
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