miércoles, 19 de mayo de 2010

Nuevos comentarios

"Alabo el tono y los colores elegidos (...). Hay en todo el libro una apariencia de docilidad inestable y de falsa impresión que me ha gustado especialmente. Nunca la luz que destilan las páginas es intensa ni definitiva. Los personajes acaban dudando hasta el final y eso les permite seguir viviendo. Nada como la duda para evitar los integrismos.
Alabo la elección del tema:la puta vida y sus mil requisitorias, pústulas, alumbramientos y derrumbes. Alabo la prosa enjuta, servicial, oliendo a oficina, comedor, sala de hospital, sin dispendios, ni amaneramientos.
Alabo particularmente tu capacidad para embeber al lector en el proceso integrador/desintegrador de la historia. En Agujeros negros esa virtud es directa y magistral. En Las cáscaras del equilibrista he creido oler algun aroma de Bioy Casares y eso me ha enternecido. Adoro a Bioy y a Borges y su resonancia, por vaga o ilusoria que parezca me complace.
Alabo la homogeneidad del parto literario de Buenos Aires anónima, que da verosimilitud al proceso creativo, le da autoría, lo expresa como señal de lo que ha de venir. Que ya estoy esperando con impaciencia.
Un abrazo oceánico".

José Félix Escudero (Valencia, España).


"Es que no se que decir. Aun me estoy sobreponiendo...
Mi preferido es "Desaire". Pero eso ya lo sabes pq te lo dije. "La cena" me pareció brutal. "Agujeros negros" inquietante. "Una peligrosa vecindad" (...)me encantó, tiene pinta de corto de cine negro. "las cascaras del equilibrista" te quedó de lo mas House. Cojonudo. El de Goliath... :-) y las instantáneas son el mejor final posible.
Mira... ¿sabes lo único que no me gusta del libro? que se acaba...
Promete que escribirás otro!!!"

Monica Escudero Durán (Barcelona, España).


"Tu libro me ha encantado. Lo leí de una vez, sin casi respirar.Al principio simplemente me gustó. Perfume de Jazmín, A contramano, Una peligrosa vecindad. Relatos cortos, cortados a cuchillo, con un desenlace un tanto abrupto. Esperable pero no esperado. Parecen formar un grupo. Pensé que ese era el estilo. Me gustaron, algunos más que otros, pero mentiría si dijera que provocaron enorme entusiasmo. Y entonces llegué a "Un café y seguimos". Y de algún modo, se rompió el patrón. Eso a mi me encanta. sobre todo en un libro de cuentos. Y de lo roto salió algo que me gustó hasta el entusiasmo.
En ese segundo bloque están los relatos que, en una primera lectura, han sido mis preferidos. Lo expresado y la forma de expresarlo me resultó muy cercano, muy como si leyeras lo que pienso - lo que pensamos ambas, intuyo (...). Insisto, no sobra ni falta nada.
El momento de la verdad me dejó con ganas de más y entonces llegué a Desaire. Y siendo de los más breves, me pareció de los más completos. Redondo. Y de nuevo, simple. Limpio. Ahí ya me negué a dejar de leer. Gorriti, ya te dije, fue como recuperar un recuerdo mío. Si un día; miento, cuando vaya a Buenos Aires, tendrás que llevarme a ver esa casa. E, insisto, si algo hace falta en el mundo de los espíritus es una buena cocina. Los aromas son siempre imprescindibles.
Tu historia sobre la vida marina es casi un cuento zen. Es el único que mi hijo ha leído. Y su opinión sobre el chico que tuvo la idea y luego la negó ..... es absolutamente irreproducible aquí ...
Las cáscaras del equilibrista es quizás de los más complejos, y sin embargo, se sostiene perfectamente a lo largo de un hilo conductor magnífico. Retoma un poco el mundo de Perfume de Jazmín y , sin embargo, son bien distintos. Me quedo con Cáscaras.
Y finalmente, Agujeros Negros y La Cena. Desgranan algo muy primario y a la vez muy complicado. Quizás no seas consciente de lo difícil que resulta escribir tan bien, tan claro, sobre cosas tan complejas, tan básicas, tan inherentes al ser humano. El miedo te acompaña desde la primera palabra de ambos. Y al final, uno te deja una sensación de tristeza. Y el otro .... ni siquiera se como describirlo. Catártico. Brutal, compartir el instrumento de la muerte de la bestia con la otra víctima. Como una limpieza bautismal, como cerrar definitivamente una puerta .... comiéndosela.

Un bulto negro ... es simplemente magnífico. Muy duro. Muy cierto. Muy claro. Muy desprovisto de florituras. Incisivo.
Tus horas sin tiempo me resultaron absolutamente dulces. LLenas de contenidos laterales.
Anónimos y Tentación son un buen colofón para llegar a las Instantáneas. Me gusta más el primero.

Y las Instantáneas ..... algunas son perfectas. Porque hacen honor a su nombre. Me encantan, por ese orden, LLuvia, Felicidad, Noventa y Negrita. Pregunta de niño y Las Islas y el Crucero necesitarán de una segunda lectura. Semáforo es un buen final porque, de algún modo, es suave y amable, como deben ser los finales. (...) Es el tipo de libro que me llevaría a buscar más de la misma autora".

Marta Durán Merino (Barcelona, España)

2 comentarios: