lunes, 9 de agosto de 2021

LLEGÓ EL PRIMER COMENTARIO DE LECTURA DE EFECTOS DE ESTILO. UNA DE LAS LECTORAS MÁS ESPECIALES Y UNA INMENSA ALEGRÍA.

Escribir Efectos de estilo fue un enorme desafío subjetivo y narrativo. 
Escribir lo que sea siempre es un desafío, pero en este caso se trataba de la historia de mi vida, por nombrarla de alguna manera. Y por supuesto, en esa historia había otros involucrados. Por mi propia subjetividad y por contingencias de la vida, esos otros involucrados eran especialmente los miembros de mi familia de origen, y los de la familia que luego formé, y que me dio años, muchos, de felicidad. 
Caminé mientras escribía, por un borde muy fino y sutil que me exigía mantener el pudor revelando a la vez detalles imprescindibles para que la lógica del relato se sostuviera; tuve un inmenso trabajo de reescritura velando por el cuidado que merecen los seres queridos que aparecen como "personajes" del "cuento". 

Como digo en los agradecimientos de este libro, mi primera, más inteligente, más inclemente e insobornable lectora es siempre mi hija Paula que tiene una inteligencia deslumbrante. Pero claro, ella lee las galeras. 
¡¡¡En este caso, se trata de la primera compradora y lectora del libro!!! 
 Y es una lectura muy especial para mí porque se trata de mi madre, que es parte necesariamente involucrada en el relato. 

Por otro lado, fue una gran prueba de fuego porque mi madre no sabe casi nada de psicoanálisis, y siempre sentí que quería que Efectos de estilo trascendiera los límites de dicho campo. Ansié que fuera un relato accesible a tod@ aquel que se aventurara en su lectura. 
Por ello, mi madre me dio una inmensa alegría al escribirme lo que sigue:

" Se produjo el milagro: volví a leer. ¡Se me quemó la compota por seguir leyendo! Lo terminé. Extraordinario. Me gustó muchísimo. Reviví muchas cosas. Lloré también. Pero todas muy curativas. Gracias. Está espléndido. Hacés que quiera a Germán". 

¡GRACIAS MAMI! 

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