"LA POSVERDAD CĂ“MPLICE DELODIO.
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Si un lĂder de extrema derecha puede proclamar sin ninguna credibilidad que un migrante reciĂ©n desembarcado en Francia puede acceder a más ayudas pĂşblicas que un jubilado francĂ©s que trabajĂł toda su vida, y que le crean lo expresado, es precisamente a causa de esta posverdad. (...) Es asi que el adepto a la posverdad puede decir cualquier cosa sin dudar de ser creĂdo - y lo será-. Por cierto, hemos entrado en una era en la cual ya no es necesario que las pala- bras registren la más mĂnima realidad para ser creĂbles. La posverdad se torna entonces uno de los medios privilegiados del odio al Otro que pasa por la misologĂa, ese odio al saber y al pensamiento que siempre cuenta con sus adeptos, pero que parece conocer un aumento inĂ©dito de su vehemencia". (...) este odio apunta tanto a la democracia en sĂ misma como a los principios que la sustentan".