viernes, 6 de marzo de 2020

¡FELICIDADES GABO! ANIVERSARIO DE NACIMIENTO DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ.

Todavía estoy a tiempo de dedicarle una entrada de mi blog a ese escritor inagotable que fuera Gabriel García Márquez, que hoy habría cumplido años.
Si leés a menudo lo que escribo, sabrás que no suelo comulgar con los hits con los que comulga la mayoría.
Sí, Gabo escribió esa hazaña narrativa que es Cien años de soledad, su must, seguramente, su novela más vendida "ever"! y un best seller a escala planetaria. Nadie puede discutir eso.
Pero como hoy estoy algo agotada, recurro a fuentes inapelables, para sostener que no es para mí, lo mejor que escribió. Coincido con Borges (¡qué fácil para mí! ¿no?) quien dijera que a Cien años de soledad ¡le sobraban 50! Además, soy malísima para retener nombres, de modo que si leyeron la novela, entenderán que en algún momento, ¡comencé a perderme en el árbol genealógico de las familias, y seguí leyendo dejando de lado determinar claramente de quién se hablaba! Sí, bueno, es el enorme poder discrecional del lector. 
Volviendo a la finísima ironía del máximo exponente de nuestras letras, hay que decir, por otro lado, que no se aventuró jamás por los ríos cósmicos que implica escribir una novela... Y de Ulises leyó sólo 100 páginas para expedirse sobre ella. Pero aún así, en esta oportunidad coincido con él.
Entonces, dicho lo dicho, les cuento que este libro que ven en la foto, El otoño del patriarca es para mí, lo MEJOR de lejos, que leí del gran escritor colombiano.
Narra las inclasificables vida y muerte de un dictador sudamericano, en las tierras del realismo mágico y de la colonizacion. ¡Imaginen ya la composición de imagen! Partimos de un punto muy alto a nivel narrativo. La cosa es que la novela se desarrolla sin puntos y aparte, apenas comas, apenas puntos seguidos. ¡La narración es rizomática, laberíntica, espiralada, repetitiva, tremenda; y el lector queda atrapado en ella sin remedio! No sé si hay algo escrito en español que pueda equiparársele. En portugués, claro, está Gran Sertón: Veredas, de Guimaraes Rosa, y en inglés, el tan mentado y poco leído Ulises de mi admirado James Joyce. 
De modo que para entusiasmarlos a que se asomen a la aventura de leer esta enorme novela, les copio un párrafo:
"(...) aprendió a vivir con esas y con todas las miserias de la gloria a medida que descubría en el transcurso de sus años incontables que la mentira es más cómoda que la duda, más útil que el amor, más perdurable que la verdad, había llegado sin asombro a la ficción de ignominia de mandar sin poder, de ser exaltado sin gloria y de ser obedecido sin autoridad cuando se convenció en el reguero de hojas amarillas de su otoño que nunca había de ser el dueño de todo su poder, que estaba condenado a no conocer la vida sino por el revés, condenado a descifrar las costuras y a corregir los hilos de la trama y los nudos de la urdimbre del gobelino de ilusiones de la realidad sin sospechar ni siquiera demasiado tarde que la única vida visible era la de mostrar, la que nosotros veíamos de este lado que no era el suyo mi general, este lado de pobres donde estaba el reguero de hojas amarillas de nuestros incontables años de infortunio y nuestros instantes inasibles de felicidad, donde el amor estaba contaminado por los gérmenes de la muerte pero era todo el amor mi general, donde usted mismo era apenas una visión incierta de unos ojos de lástima a través de los visillos polvorientos de la ventanilla de un tren, (...)". 

¡Celebremos entonces el aniversario de su nacimiento!

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