Literaria, llena de intertextualidades, narrada magistralmente, desopilante por momentos, no la termino aún pero ya me parece una gran novela, de espíritu joyceano, escrita por alguien que leyó muy bien al gran escritor irlandés.
"(...) Se le ocurre que, si tuviera que escoger un símbolo propicio para asomarse a los nuevos ritmos que mueven su vida, optaría por éste: el ágil salto repentino del poeta filósofo que se alza sobre la pesadez del mundo, demostrando que su gravedad contiene el secreto de la levedad, mientras que todo aquello que muchos consideran la vitalidad de los tiempos, ruidosa, agresiva, rabiosa y atronadora, pertenece al reino de la muerte, como un cementerio de automóviles herrumbrosos".
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