jueves, 19 de octubre de 2023

domingo, 3 de septiembre de 2023

MEDIDA POR MEDIDA (La culpa es tuya) de WILLIAM SHAKESPEARE. Dirección, adaptación y traducción de GABRIEL CHAMÉ BUENDIA. ¡¡IMPERDIBLE!!

¿Empiezo por el final? ¡Sí! 

¡¡¡No se pierdan esta obra en el Teatro Sarmiento!!! (el que está dentro del ecoparque, en Palermo). Por actual, por vigente, por inteligente, por inclasificable, por altamente política. ¡Y véanla antes de votar!

Son 105 minutos arrolladores y vertiginosos de pensar en el poder, en el ejercicio de la ley, de la corrupción, de la religión, la ética y la moral; del conflicto entre instancias psíquicas que constituye al ser humano; en el ejercicio de violencia sexual contra la mujer. Pero sobre todo, son 105 minutos de una puesta brillante, atractiva, sorprendente y original. Son también 105 minutos de risas e incluso carcajadas, maravillosamente interpretados, con recursos actorales del drama, de la comicidad y del arte del clown, que explota toda la versatilidad y potencia de la palabra. 

Fue escrita por el más grande escritor de todos los tiempos entre 1603 y 1604, (sí, sí, no ayer, hace más de 400 años) tomando como inspiración el versículo del Evangelio según San Mateo; "No juzgues si no querés ser juzgado, porque con el juicio que juzgas, te juzgarán y con la medida que medís te medirán". También resuena la ley del Talión del conocido "ojo por ojo...".


Un duque, Vicentio, encarnado por Matías Bassi, quizá cansado de serlo, y queriéndose librar del costo político que su posición implica, decide delegar por un tiempo el ejercicio del poder en Ángelo, Nicolás Gentile, con la ambición de que éste logre reinstalar la vigencia de la ley con toda su fuerza. El elenco se completa con Claudio, por Agustín Soler, cuya situación genera uno de los conflictos nodales de la obra; su hermana Isabel, novicia y en cuyas manos estará el desenlace de la obra, por Elvira Gómez y con el Celador Escalo, obsecuente a conciencia, por Marilyn Petito. Destaco que todos los actores encarnan a más de un personaje, y son 
todos brillantes y talentosos, conectando tanto con el texto, con el cuerpo propio y de los otros en escena, como con el público. Hacen gala de esa característica que muchas veces presentan las obras shakespeareanas de tomar al espectador como cómplice de las acciones. 

Por último, para tomar algo de lo que el director Gabriel Chamé Buendia dice de la obra, él se propuso exponer, y lo hace con altura y maestría, la cultura infantil de la culpa que hoy toma casi todos los aspectos de la vida del hombre contemporáneo: la culpa siempre es del otro, de los otros, de los demás. La obra y la puesta intentan y lo logran, echar por tierra con ese mecanismo tan absurdo como generador de violencia subjetiva y social. 

Resuena también aquello de que "el que esté libre de culpa...". 


 Con asistencia artística de Lorena Booth, entrenamiento de baile de Damián Malvacio, diseño sonoro de Sebastián Furman y del mismo Chamé Buendia, el diseño de vestuario de Cecilia Allassia, diseño de iluminación y escenografía de Jorge Pastorino, y como les dije, dirección, traducción y adaptación de Gabriel Chamé Buendia, les recomiendo muchísimo que vean esta puesta que derrocha logros artísticos y estéticos, potenciando el espíritu de las obras del mayor dramaturgo de todos los tiempos. 

A la salida, con la cercanía propiciada por una standing ovation y gritos de bravo y viva al final, el director salió a la puerta y sentí ganas irrefrenables de contarle mi decepción de hace algunas semanas en el Globe, al asistir a Macbeth. Le dije que la compañía de teatro inglesa debería ver su puesta, para experimentar qué significa recrear a Shakespeare sin banalizarlo y sin degradarlo por querer aggiornarlo. Me agradeció y me contestó que allá son muy cerrados. No pude evitar recordar aquello que Borges señala en El escritor argentino y la tradición, respecto a la libertad de lectura y de acceso a los textos que tenemos los argentinos. ¡Muy bienvenida sea!

jueves, 31 de agosto de 2023

JAMES JOYCE: una visita a la Torre Martello, en Sandycove. Museo James Joyce. Agosto 2023

Muy buen día joyceanos! Hoy quiero compartir con ustedes apenas una parte de las fotos que logré hacer en mi visita a la Torre Martello, donde tienen lugar los primeros capítulos de Ulises. El protagonismo es de Stephen (que luego va declinando hasta desaparecer, convirtiéndose Leopold Bloom en el protagonista indiscutible del relato). La misma fue construida como defensa frente a una virtual invasión napoleónica. Está situada en Sandycove, un pueblito costero encantador, bastante residencial y muy tranquilo. Se llega en tren.
Joyce mismo vivió allí algo así como una semana, invitado por su amigo Olivier Gogarty, que inspiró el personaje algo cínico de Buck Mulligan (luego de la publicación de Ulises, claro, la relación entre ambos no fue la mejor; si leyeron la novela entenderán por qué). 
La foto del comienzo corresponde a cuando te bajás en la estación del Dart (el tren que se toma en pleno centro de Dublín y te deja a una distancia aproximada de un kilómetro de la torre). Allí ya tenemos la pauta de la trascendencia que tiene ahora Joyce en Sandycove, en Dublín y en Irlanda (las cosas no eran así en vida del escritor). 
Más abajo, una postal de la costa y parte de la bahía, camino a la Torre. Sandycove me resultó muy encantador. Había mucha gente paseando e incluso ba-
ñándose en el mar. 
Luego una foto del caballo de carrera Throwaway, que ganó la Ascot Gold Cup el 16 de junio de 1904. Recordarán el episodio, un absoluto equívoco, respecto a Bloom y un periódico que iba a tirar (throw away). Algunos parroquianos asumen que está señalando al caballo que ese día gana el premio, y suponiendo astucia y capacidad para hacer dinero por ser judío, asumen que se ha forrado por haber apostado al caballo ganador. 
Luego, artículos personales de Joyce, entre ellos una guitarra, su chaleco, su bastón. ¡Muy conmovedor!
La famosa llave de la torre, que Buck (recuerden, inspirado en Gogarty) le sustrae a Stephen (Joyce), y lo deja fuera de la misma, en una suerte de destierro simbólico. 
Tapas de la revista Time (¡no tenía idea de que había estado en la portada dos veces).
Correcciones manuscritas de páginas de Ulises, y el interior de la torre.
Por último, el manuscrito de una carta dirigida a Nora.
Me gustó muchísimo la Torre Martello. Fue muy emocionante estar allí, por los capítulos de la novela que tienen lugar y por saber que Joyce vivió allí por algunos días.


Son apenas algunas de las maravillas que guardan en el museo, que es imperdible, y las personas que están a cargo de recibir a los visitantes son muy simpáticas, hospitalarias e interesados en Joyce































 

miércoles, 23 de agosto de 2023

JAMES JOYCE. I. PASEO POR LA DUBLÍN DE JOYCE Y SIGUIENDO LOS PASOS DE BLOOM, EN LESTRIGONES (capítulo 8 de Ulises).

Queridos amigos joyceanos de siempre y los que vendrán. Les comparto un testimonio fotográfico del recorrido por la Dublín de Joyce, y la de Bloom en el capítulo 8 de Ulises. Agradezco a Josh, miembro del Centro James Joyce de Dublín por guiarme maravillosamente en este recorrido apasionante de casi cinco horas, por una ciudad que Joyce hizo letra y escritura. 
Reconocerán la entrada del Belvedere College (donde Joyce termina el secundario, y donde sitúa parte importante de su Retrato del artista adolescente). Luego, una placa que recuerda el nacimiento de un nacionalista irlandés que inspirara el nada simpático personaje de El ciudadano en Ulises. La iglesia San Jorge. Luego, una placa recordatoria en la actual Maternidad, donde estaba situada la casa del 7 de Eccles street, hogar del amigo de Joyce, John Francis Byrne.
Luego casas que aparecen mencionadas en la novela y en algunos cuentos de Dublineses, entre ellas el lugar de nacimiento de Gogarty, que inspiró a Buck Mulligan, y con quien, obviamente, las cosas no terminaron en muy buenos términos. El monumento a Parnell, héroe autonomista muy preciado en la familia Joyce, que cayó en desgracia y fue denostado por sus colegas y por la Iglesia, por una 
relación con una mujer casada (no divorciada sería más preciso decir, Katty O´Shea). Centro neurálgico de la ciudad, junto con el puente O´Connell, héroe de la independencia irlandesa. 
Luego la estatua en pleno centro de Dublín, dedicada al escritor, obra de M. Fitzgibbon.
Luego, algo que yo ignoraba por completo, a las puertas de cada edificio que es mencionado en el capitulo, hay en el piso una placa que cita algún pasaje del mismo, y que hace que la ciudad esté absolutamente atravesada por la presencia y el genio irlandés. 
A continuación mapa de la Dublín de 1904, y las referencias a la novela. Y la farmacia Sweny, donde Bloom compra su famoso jabón, y finalmente el café Davy Byrnes, donde Bloom almuerza su sandwich de Gorgonzola y la copa de Burgundy.