lunes, 28 de agosto de 2017
El arrancacorazones de Boris Vian
Me topé por una recomendación que no podía desoír, con El arrancacorazones. La portada, sugestiva, mostraba un sillón del que sobresalían un par de piernas femeninas en portaligas, tacos altos, y sobre la pared, encima del sillón, un retrato de Freud. El sillón de un psicoanalista. La leí de una. Y quiero contarles que NUNCA en mi vida, había leído algo así. Se narra la llegada de un psiquiatra psicoanalista a un pueblo, en busca de identificaciones que lograría analizando a sus habitantes: como está vacío, quiere llenarse. Al llegar al pueblo, encuentra gente y situaciones que Vian narra con humor y maestría. Tuve al leerla, la fuerte sensación de estar leyendo un comic narrado, que enrostra al lector menudencias del tipo de la vergüenza, la culpa, el sadismo, el deseo materno criminal, la resignación, el sufrimiento. Y, para los colegas, una fuerte interrogación sobre el hacer del analista y sobre el lazo social posible.
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