Los invito a recorrer este nuevo y precioso número de la
Revista Enlaces, (les copio el enlace:
https://www.revistaenlaces.com.ar/2019/09/02/revista-enlaces-25/ ) en el que encontrarán mi comentario sobre este valioso libro que publicara
Germán García, apenas mes y medio antes de su inasimilable muerte. Lo que transforma al libro en
su legado.
Una anécdota personal. Una noche
Germán se presenta en el
Centro Descartes con muchos papeles en apariencia dispersos, y pide a varios colegas del
Centro que pongan voz a esos textos. Algo inexplicable ocurrió esa noche: cartas con
Masotta, profundas, divertidas y desopilantes, que generaban carcajadas en el sorprendido auditorio, y textos publicados hacía casi 30 años en
Babel poblaron el espacio y el aire. Nos mirábamos entre nosotros asombrados; decir emocionados no sería excesivo.
Al día siguiente, al concluir mi sesión, vino la infaltable pregunta:
"¿Qué te pareció lo de ayer?", pregunta que estoy segura no me hizo sólo a mí. Le dije:
"Ayer pasó algo muy fuerte en el Descartes. Fue un acontecimiento extraordinario. Lo que se leyó no es sin consecuencias. Lo escribiste hace casi 30 años. ", le respondí alusiva.
Por supuesto, él no se conformaba con alusiones.
"¿Y entonces...?" me replicó.
"Que parecen textos escritos ayer por su vigencia. Hay algo para pensar ahí, ¿no?", le respondí.
Mi respuesta debe haberle parecido o muy vaga y carente de sentido, o por el contrario, un tanto oracular, y por ello, para tener en cuenta, porque el intercambio quedó ahí. Pocas semanas después, esas lecturas se publicaron en el libro que comento más abajo.
Informes para el psicoanálisis. Una salida. De
Germán
García.
Publica
Babel. Revista de libros (1988-1991).
Compiladora:
Beatriz Gez. Serie Leteo 1. Otium
Ediciones. 2018.
Por
Leonor Curti
Según el diccionario de la Real Academia Española, legado es “Aquello que se
deja o transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial”. Parto entonces de la
hipótesis de que esta publicación, concluida poco tiempo antes del inesperado y triste
fallecimiento de Germán García, puede ser elevada a la dignidad de un legado para el
psicoanálisis y para los psicoanalistas.
Si bien el pequeño y contundente volumen recopila
las columnas que Germán García escribiera para la Revista
Babel, entre los años 1988 y 1991, es imposible al leerlo,
desconocer su vigencia más de 25 años después, con la
experiencia de la Escuela de Lacan y sus discípulos (en
Argentina la EOL y sus secciones) y el dispositivo del pase
en pleno funcionamiento.
Lacan había muerto hacía algunos años (apenas
meses después de su visita a Caracas), Argentina había
dejado atrás hacía un lustro los años más oscuros, habitados
por una represión sin antecedentes en su historia. García
había vuelto al país, luego de que viviera en Barcelona por
algún tiempo, y había publicado en 1978 La entrada del
psicoanálisis en la Argentina (con colaboración de Graciela Musachi), trabajo sin
precedentes que revalorizaba la historia de la entrada de dicho discurso en nuestro país,
y la insoslayable relevancia de Oscar Masotta en la introducción de la lectura de Lacan
en estas latitudes (reconocido por el mismo Lacan como discípulo –miembro de la
Escuela Freudiana de París y por la Escuela Europea de Psicoanálisis después, que
inscribió con su nombre una serie de conferencias).
“¿Qué pasa con el psicoanálisis y la represión política en la Argentina?” será la
pregunta que Lacan le formulará a García cuando éste vaya a verlo, el 21 de enero de
1977. “¿Por qué existe una aceptación generalizada del psicoanálisis y un rechazo,
también generalizado, de su historia?” se preguntará García en septiembre de 1989. El
anudamiento entre ambas preguntas parece obvio.
De allí que puedan leerse estas columnas como una propuesta para que el
psicoanálisis encontrara una salida referida a la dictadura y al oscurantismo que se
cernía en relación con su propia historia en nuestro país, para “despertar de las
profesiones que sirven de opio a los analistas”. También para plantear al psicoanálisis
como una posible salida de los impasses de la civilización y su malestar.
Los temas que Germán García aborda en estos textos breves son muchos: la
topología del Campo Freudiano (sutura-extimidad), la lógica del texto por encima del
“registro lírico del comentario asociativo”, el campo de la escritura, la erótica de la vida
amorosa, la transferencia en tanto soporte “de ese vínculo erótico que es vínculo social
y que se llama análisis”, Gombrowicz y el arte de la máscara, la inexistencia de la
ciudad como reguladora de normas y goces dando lugar a la irrupción de los síntomas.
Con la tracción hacia la fundación de la EOL, aparece Jacques-Alain Miller y su
lectura de Lacan como lo que orientará ese movimiento: la relación cienciapsicoanálisis, la topología moebiana que define la intensión y la extensión, el pasaje del
saber supuesto al saber expuesto, la jerarquía, la permutación, la transmisión y la
formación. También se ocupa de la pérdida del sentido de lo trágico, para privilegiar la
función de la causa eficiente del deseo y la lógica del vacío.
“Hacer sin pensar en nada más” será la posición que convenga al analista, y
Carta al padre, de Franz Kafka, será el apoyo para instar a ir más allá del goce
incestuoso y la autoridad tiránica del padre, para que la libertad sea posible. Cierra el
libro un artículo cargado de ironía que socaba los postulados que propiciaban una
Escuela (con mayúscula, idealizada), allá por marzo de 1991, en los grupos
psicoanalíticos de Argentina, a los que García les propone la necesidad de estudiar “la
función de las instituciones, los programas y los nombres propios”.
Para cerrar este comentario cito a García: “En la actualidad –se refiere a octubre
de 1989– no es la invención lo que diferencia a los grupos sino donde busca cada uno la
garantía de que la falta de invención es la invención de una consistencia del Otro. No
invento porque existe el Otro, quizá ese Otro sea el invento que garantiza la
incertidumbre del acto”.
A casi 30 años de que estos textos fueran publicados por primera vez, y a pocos
meses de esta nueva edición, por la vigencia de sus planteos se impone pensar la
gravitación del psicoanálisis hoy en día, como discurso y como praxis, sin perder de
vista el horizonte de la época. La ética de las consecuencias dirá cuál su situación en
2019 en Argentina.