sábado, 13 de diciembre de 2014
Antibiografía
ANTIBIOGRAFÍA DE LEONOR CURTI
Advine al mundo en un no lugar, a pesar de que me mandara Dios, y me pusieran nombre de reina. Zafé de chica de un accidente cruel, para que después fuera la vida la que me quebrara. De a ratos soy psicoanalista, esposa, madre, mujer y nadie a la vez. Vivo una constante metamorfosis que me hace sentir casi siempre polizonte de mi propia vida.
No fui cantante de rock, por el pánico escénico. Pero ejercito en mi teclado el piano que no toco; encuentro en el campo literario algunos soles y otros bemoles, y descubro en mis textos una tendencia a las rimas que me desfavorece. Extraño comer chocolate y poder tomar alcohol, lo que puede alterar mi humor de manera notable. Pero no estoy desarmada; sé que vuelco al papel las huellas vitales que de otro modo se borrarían.
lunes, 1 de diciembre de 2014
El comentario de hoy es sobre "Antología Personal" de Ricardo Piglia.
Cuentos inolvidables, capítulos de sus novelas antológicas (Respiración Artificial y La ciudad ausente), conferencias sobre lectura, escritura y vida, y notas de su diario personal.
La punta del iceberg, para resumir. Si la lees y todavía no te leíste todo Piglia, vas a salir corriendo a la primera librería que encuentres, o a la mejor, para encontrar todos los libros juntos.
Una palabra aparte para el último ensayo sobre el Che. Vale el libro entero. Una verdadera joya.
lunes, 17 de noviembre de 2014
Hoy Niveles de vida de Julian Barnes. El autor nos presenta tres narraciones diferentes pero parecidas. Las tres unidas por un hilo de oro: el deseo de volar. El ser humano sueña y se desespera por poder separar sus pies del suelo aunque sea por un rato, desde siempre. Los viajes en globo, la danza son modos de volar que están al alcance de la mano de muchos. A ellos dedica los dos primeros textos.
Para la tercera narración elijo un párrafo aparte porque tiene que ver con una manera de volar que es contingente, que no puede elegirse ni puede negarse si se presenta: el amor.
La tercera parte de este bello libro escribe el duelo de Julian por su mujer muerta. Si se te murió alguien querido hace poco, te vas a sentir acompañado, comprendido, y menos solo leyéndolo.
Si no conociste el verdadero amor, o tuviste la suerte de no perder a nadie que amaras con tu corazón, probablemente te suene a chino o que el tipo está totalmente loco, en la época donde hay que desapegarse para correr más rápido, sin perder tiempo hacia sentirnos prescindibles, hacia nuestra propia destrucción. Por el contrario, el amor a veces, y el duelo por un amor casi siempre, implica inexorablemente ir para atrás. Recordar, añorar, reelaborar, llorar por lo postergado, por lo inconcluso, por lo mágico que no se repetirá; sentirse un extraño en medio de una multitud vociferante. Y cuando el tiempo y el trabajo del duelo pasen, sentirse afortunado por haber vivido una experiencia destinada a pocos.
Y yo que di por terminado mi año hace algunos días, y no paro de dar con libros increíbles! Ahora transito la Antología Personal de mi querido Ricardo Piglia.
lunes, 10 de noviembre de 2014
Para este lunes, "Distancia de rescate" de Samanta Schweblin
"Distancia..." es un libro embriagante. Por momentos desesperante. Claro, soy mujer, y Samanta (ignoro si tiene hijos) sabe lo que las madres sentimos por nuestros hijos. Conoce de nuestros fantasmas y paranoias. Pero también que el mundo cambia para una mujer cuando tiene un hijo, y ama a ese hijo. Lo que podía ser un bello paisaje rural puede volverse el oscuro lugar de dónde brote el veneno fatídico.
En una suerte de reescritura de "Pedro Páramo", en diálogo permanente con una voz que vamos construyendo de a poco, y que a la vez que advierte, también empuja a seguir, nos situamos en un pueblo donde todos están potencialmente muertos. Tanto que el hilo que mide la distancia de rescate puede llegar a romperse. Probar veneno o dejarse envenenar tiene consecuencias mayores. Y no hay escape de esta Comala que Samanta inventó. De allí lo fuerte del final.
Quizás porque se dio cuenta de ello, o simplemente porque el hilo lo porta la madre, el padre que viaja a socorrer, escapa. Una novela impactante.
sábado, 11 de octubre de 2014
La ciudad ausente de Ricardo Piglia
En homenaje a haber recibido el Konex de Brillante 2014, hoy va un comentario sobre la maravillosa "La ciudad ausente" de Ricardo Piglia.
La ciudad ausente
Un nuevo nudo blanco de la literatura argentina.
La novela es crítica, es ficción, es política, y a la vez renueva cada uno de esos ámbitos.
En las clases en el 7, a las que asistieron los historiadores, hubo sobre el final una charla sobre el complot y la paranoia en relación con Tlön, Uqbar, Orbis tertius. Los historiadores ponían la paranoia fuera, de la que Borges parece defenderse con su pequeño acto de traducción, que lo mantendría a salvo. Yo pensé en ese momento todo lo contrario. El vaticinio de Tlön, es la postulación de una realidad de ficción con mayor peso que la material, que iría desapareciendo de a poco. Para ello los ortodoxos emigran a una isla (está en la novela esa isla), y su mundo es sucesivo y temporal, como el lenguaje. Un laberinto inventado por hombres, y no por Dios, destinado a ser descifrado. La dinastía de solitarios cambiaría el mundo, con su relato.
Encontré en "La ciudad...." una reescritura de Tlön... Así como también de la máquina de Macedonio para eternizar a Elena. En La ciudad... la máquina ya no es el recuerdo de Elena exclusivamente; es el origen de las narraciones. Es la máquina que presentifica la ciudad ya no de masas, sino de los relatos microscópicos de sus habitantes.
La soledad del cerebro, de dónde salen las narraciones, no puede ser vigilada (resuena 1984 de Orwell!!), es el punto secreto microscópico y particular donde el cuerpo y la trasposición de las vivencias en pensamientos pueden anudarse, y formar nuevos nudos blancos.
A la ciudad ausente, conspirativa, vigilante, masiva, agobiante, hay que agujerearla con los relatos que son infinitos (de ahí la referencia a Gödel), hasta llegar a la otra orilla.
Hay una suerte de antropofagia en la novela, ya que los toma a ambos (así como a Borges y a Macedonio) para transformarlos en algo diferente, con consecuencias para la política, para la literatura y para la vida.
La ciudad ausente también arma de una manera novedosa y creativa,"la otra historia de la novela argentina" Piglia dixit, y de la vida en la ciudad.
El final, sin dudas indica una orientación, un camino.
Si Joyce decía que leyendo el Ulises se podía reconstruir Dublín; leyendo La ciudad ausente se podría reconstruir nuestra historia política, nuestra literatura y sin dudas, la vida de la ciudad a partir de la segunda mitad del siglo pasado a la fecha.
Brillante!
sábado, 27 de septiembre de 2014
Críticas de libros
Hoy va la crítica de "Fuera de la Jaula" de Fernanda García Lao
Comparto a partir de hoy, mis comentarios de lecturas.
Comienzo con "Fuera de la jaula" de Fernanda García Lao, quién es a partir de mi nombramiento, madrina de mi primera novela (ella no lo sabe aún o se entera por este medio) que pronto, con concurso ganado o no, verá la luz .
Me gusta cuando leo a un escritor preguntarme "¿Sobre qué sabe?", porque asumo que el que escribe transmite un saber de algún tipo que se adelanta a lo que la gran mayoría sabe (lo dijo Lacan, no lo invento yo), aunque sea un no saber (muy socrático lo mío).
Fernanda García Lao sabe algo sin ninguna duda: el lenguaje enferma. Los seres hablantes estamos enfermos de lenguaje.
De ahí que sus textos (he leído hasta ahora "Cómo usar un cuchillo", "La piel dura" y su flamante "Fuera de la Jaula") presenten para mí una suerte de artefacto cargado de inteligencia, del que es luego difícil salir, porque deja pensando mucho.
Para plasmar la enfermedad del lenguaje, Fernanda da vida a personajes delirantes, obscenos, a veces cándidos, a veces medio perversitos. Muchos de ellos interesados en el amor, que sin embargo les resulta esquivo.
Al avanzar en la lectura uno puede decir: dime cómo hablas y te diré de qué sufres, de qué gozas. El humor no puede, obviamente, faltar a la cita, tanto como cierto nivel de miseria humana o el cinismo.
Las frases cortas, contundentes me dejaron a veces sin aire. Aunque leí la novela en dos etapas solamente. Hay algo adictivo para mí en el derrotero de los personajes de Fernanda, en sus historias. Uno quiere saber hacia dónde se encaminan, a pesar de que no logremos nunca una respuesta contundente sobre ese punto. Por eso esta novela es tan sugestiva y alegórica, con sus referencias patrióticas y políticas de nuestro país, y tan topológica, porque a la vez que sus personajes parecen ir liberándose de sus jaulas, nosotros los lectores, estamos cada página un pasito más adentro de las mismas.
La jaula de la que los personajes salen puede ser el cuerpo, puede ser la mente, pero no se libran nunca de la jaula del lenguaje.
Si todo lo que hace una sociedad puede considerarse cultura, cuando leo "Fuera de la jaula" me evoca la definición que Stephen Dedalus da de la cultura irlandesa a Mulligan: el espejo partido de una criada. Y el lector no tiene más que encontrar su propio camino de salida del artefacto partido en pedazos y deformante, valiéndose del mismo medio que lo dejó atrapado: la lengua, y quizás, con más de una pregunta para responderse.
jueves, 17 de julio de 2014
ALQUIMIA
Narrarte cerca o distante
con las cenizas de mis muertos
y tu pasado de tango sideral.
Narrarte hasta la extinción
sin razón, utilidad ni pensamiento.
Narrar para parirte
nueva, futura, siempre extraña.
Darte existencia al narrar
para robarte un ser hecho de historias,
y cuando agua y sangre lloren juntas su amor
afirmarnos, ocultarnos, al fin, perdernos.
L.C